Una canción inspirada completamente en la película del mismo nombre de 1965, al menos así…
2×1: “Last Caress” Misfits vs. Metallica
Misfits la expulsó del vientre a finales de los ‘70 y Metallica la adoptó cuando vivían sus mejores años, en plenos ’80. Y en ambas décadas fue polémica, aunque en una se quedó en el under, y fue en la otra donde fue atesorada por los fans que abrazaban lo que la banda de San Francisco les ofreciera. Con sus pro y contras, “Last Caress” electrificó a los adolescentes de aquellos suburbios alejados de las oportunidades, y les instaló el pesimismo como nuevo grito de guerra. Cuan cocinero experimentando con distintos brotes, Misfits sacaba las peores historias para mezclarlas con la esencia de la música de los ’50 , aderezándolas con pura corrosión para provocar una reacción sumamente explosiva, la gran mayoría de las veces. De hecho, “Last Caress” habría pasado bastante desapercibida en esos años punk de no ser por esas oxidadas guitarras y su letra casi de brujería, pero cuya interpretación era exquisita.
“I got something to say, I killed your baby today
and it doesn’t matter much to me as long as it’s dead.
Well I got something to say, I raped your mother today,
and it doesn’t matter much to me as long as she spread…”
Misfits sacudió los cuellos de aquella juventud en apenas minuto y medio, con un ritmo salvaje, desbocado, lleno de esa inconsciencia que enamoraría a una joven banda que, años después, se la pediría a Glenn Danzig. En sus propias palabras “fue Cliff Burton quien me llamó una madrugada, completamente ebrio, y me pidió la letra de la canción…”.
Este enlace fue el nacimiento de la veneración mutua entre las bandas. Destino para Metallica y suerte para Danzig, porque nadie cantaría tantas veces ese corte huracanado como James Hetfield. “Last Caress” fue incluido en el EP “Garage Days” con un recién fichado Jason Newsted, quien asumía al bajo en lugar del fallecido Cliff Burton. El corte se acompaña con “Green Hell”, del disco “Earth AD/Wolfs Blood”.
Fue Metallica los que la hicieron sonar miles de veces desde 1987. Su versión no dista mucho de la original, pero en voz de James asume una textura más gruesa. A pesar de ser muy breve, el cover es divertido, directo, y provoca gritos y saltos en cada show en el que ha sido interpretada.