Beach House ha compartido cinco canciones nuevas de su próximo álbum Once Twice Melody, producido…
Beach House – Once Twice Melody (2022): universo sonoro en constante expansión
Sub Pop, 2022
Luego de casi cuatro años, Beach House vuelve a las pistas con Once Twice Melody, su octava placa de estudio, producida íntegramente por ellos mismos. Esta nueva odisea se trata de un álbum doble, compuesto por 18 canciones, presentadas en 4 capítulos muy cargados de interesantes sonoridades, ya que el dúo de Baltimore sorprende con atmósferas muy influenciadas por el shoegaze de My Bloody Valentine, el ethereal wave de Cocteau Twins y el synth pop de los 80’s; una mixtura que exhibe un claroscuro de luces, sombras y bellos contrastes. Su nuevo trabajo los acerca cada vez más a un sonido surrealista y onírico, que se explica gracias a que la experimentación ha sido la clave para el tremendo crecimiento que esta banda ha tenido a lo largo de sus casi 18 años de carrera. Pero, la experiencia no es sólo sonora, ya que sus fanáticos habrán notado que Beach House tiene una fuerte conexión con el lado visual, que les permite complementar su sonido con entusiastas visiones e incluso psicodélicas creaciones audiovisuales. De esta forma, cada capítulo, también posee su respectiva entrega audiovisual a modo de lyric video, con una serie de animaciones realizadas por distintos artistas. Toda una entrega y gran producción, que ya tiene fijada las fechas para su gira de promoción 2022, al menos en el hemisferio norte.
Recordemos que la banda estuvo lanzando adelantos del disco, por capítulos. El 10 de noviembre del año recién pasado, compartieron el primero de ellos, compuesto por 4 canciones: ‘Once Twice Melody’, ‘Superstar’, ‘Pink Funeral’ y ‘Through Me’. La segunda parte fue lanzada el 8 de diciembre de 2021 con los tracks: ‘Runaway’, ‘ESP’, ‘New Romance’ y ‘Over and Over’. El tercer capítulo, estrenado el 19 de enero de este año, presentó las pistas ‘Sunset’, ‘Only You Know’, ‘Another Go Around’, ‘Masquerade’ e ‘Illusion of Forever’. Finalmente, la espera culminó ya que el resto del álbum (Chapter 4) fue lanzado este viernes 18 de febrero con los tracks: ‘Finale’, ‘The Bells’, ‘Hurts to Love’, ‘Many Nights’, y ‘Modern Love Stories’.
Chapter One es iniciado por ‘Once Twice Melody’, que además le da nombre al álbum. En su letra, Victoria Legrand cuenta la historia de una mujer, errante en su propia imaginación. Voces distendidas y suaves van llenando de sonido los lugares de un universo ficticio e idílico, muy lejano a la opuesta realidad. ‘Superstar’, una de las piezas claves por su sonoridad expansiva, se aprecia muy influenciada por My Bloody Valentine y el synth pop de los 80’s. Su pieza audiovisual despliega coloridas y psicodélicas animaciones. En cambio ‘Pink Funeral’, de sonoridad más oscura y bastante más cercana a una banda sonora cinematográfica, sigue aferrada a los sintetizadores atmosféricos y el uso de reverberación. Integra, además, un arreglo de cuerdas. ‘Through Me’, al igual que su predecesora, posee líricas reflexivas, que rastrean el pasado para encontrar respuestas. Chapter Two inicia con los toques sintéticos de ‘Runaway’ que nos sigue introduciendo en un viaje sideral. La celestial ‘ESP’, de aires muy melancólicos, se sumerge en paisajes sonoros completamente amainados. Las atmósferas pop de ‘New Romance’ se quiebra repentinamente en el rayo crepuscular de ‘Over and Over’ que finaliza el capítulo con suavidad y delicadeza.
Chapter 3, comienza más despejado con ‘Sunset’, abandonando un poco el sonido sintético para darle prioridad a las guitarras acústicas de Alex Scally. Las dulces y aletargadas voces de Legrand, además de la inclusión de arreglos de cuerdas, nos encaminan hacia paisajes despoblados e indómitos, como también es posible observar en su pieza audiovisual. Un fastuoso apaciguamiento que converge en el nuevo despertar de ‘Only You Know’, que nuevamente se abraza del synth pop. Con un rítmica templada pero constante, los sonidos parecieran expandirse hacia la infinidad. ‘Another Go Around’ de envolvente melancolía, direcciona la escucha hacia la voz de Victoria Legrand, quien reflexiona sobre nuestro andar y nuestro hacer, cuando todo está bien, pero carecemos de la compañía de la persona amada. ‘Masquerade’ e ‘Illusion of Forever’ nuevamente desde una oscura atmósfera synth pop, cierran el capítulo… que permanece flotando en el espacio. Chapter 4, el último capítulo de la odisea espacial, abre con una entusiasta ‘Finale’, que ostenta un sonido vintage de sintetizadores y un juego de voces envolventes que van y vienen. En ‘The Bells’, de sonidos más acústicos, los slides de guitarras toman protagonismo para renovar un poco las atmósferas. ‘Hurts to Love’, cercano a los sonidos iniciales en la carrera del dúo, se modela con sonidos clásicos al puro estilo Vince Clarke (Depeche Mode, Yazoo, Erasure) y abre caminos hacia la reflexión que deberíamos hacer cuando el amor es doloroso y dañino. ‘Many Nights’, vuelve a la ensoñación, casi anunciando un final y ‘Modern Love Stories’, la encargada de dar término a la aventura. Disonante y tensa, es una interesante representación de diversidad, arreglos de cuerdas soportan la tensión hasta que se produce un giro musical que lleva a la composición hacia un luminoso final. Slides de guitarras, cuerdas y sintetizadores se desvanecen, distantes en el espacio.
Once Twice Melody resulta ser una experiencia hipnotizante, una quimera atemporal que surge del talento y capacidad creativa de dos músicos persistentes y totalmente conscientes de cuánto han logrado trabajando juntos. La producción del disco corrió por cuenta propia, siendo Alex Scally, el ingeniero de grabación (tarea que se llevó a cabo en su casa, principalmente). “Éramos solo Vic y yo, siendo yo el que grababa y editada (…) fue como un combate a muerte en una jaula de acero”. Contaría Scally para una entrevista dada a Pitchfork. De la mano de Alan Moulder en las mezclas (quien ha trabajado con bandas como My Bloody Valentine, Placebo, Suede, Depeche Mode, Elastica, Yeah Yeah Yeahs, y más), Beach House consigue nuevamente enriquecer su sonoridad inherente, aquella que los ha instaurado como una de las bandas indie más destacadas, vitales y sólidas de las dos últimas décadas.