Black Sabbath y el accidente que cambio la historia del metal para siempre
Es sin duda una de las anécdotas más curiosas y determinantes en la historia del rock y metal, el día cuando Tony Iommi, guitarrista de Black Sabbath desde su fundación y en sus primeros años, cuando trabajaba en una fábrica como soldador, se corta parte del dedo, hecho que lo dejó bastante devastado como para continuar tocando la guitarra.
Pero por esas grandes cosas del destino, el accidente sirvió para que le aplicaran una pequeña prótesis de metal, con la cual logró darle un sonido nunca antes escuchado a las cuerdas de su guitarra amplificada, creando ese sonido oscuro, doom, sombrío y de marca sabbathica que tanto se ha replicado desde su existencia. El sonido del heavy metal en su esencia más dura y pesada y que marcó una implacable diferencia en el álbum debut lanzado en 1970.
Así lo explicó el mismo en el documental biográfico de la banda, dedicado a la esencial agrupación de Birmingham: