Bring Me The Horizon en Chile: Una avalancha espiritual
Fotografías por Jerrol Salas
El torbellino de emociones con el que se inició la jornada dejó distintas impresiones entre los asistentes que comenzaron a llegar y formarse alrededor de las seis de la mañana. Si bien el show en sí fue una experiencia única e increíble, estuvo empañado por una pésima organización de la seguridad durante la apertura de puertas. A las 19:20 aún no se había abierto la fila para ingresar al recinto, lo que provocó que el show de apertura tuviera un público casi inexistente. Este estaba programado para comenzar a las 19:45 con la presentación de la banda local Dead Kings, seguida a las 20:00 por los estadounidenses de The Plot In You, quienes se presentaron ante un Movistar Arena apenas al 30% de su capacidad. Aunque se notaba la emoción de los músicos por su debut en Chile, muchos se quedaron fuera del espectáculo al no poder ingresar al lugar a la hora señalada. Entre empujones y una fuerte aglomeración en la entrada, los asistentes denunciaron malos tratos por parte de los guardias de seguridad. El caos generó desorden y frustración, afectando completamente la experiencia. La mayoría de los fans esperaban con ansias ver a la banda, pero muchos no pudieron disfrutar del evento. A pesar de todo, la energía de Landon Tewers logró prender a los pocos presentes, quienes corearon con fuerza canciones como «Divide», «Left Behind» y «FEEL NOTHING». El setlist, que constaba de solo ocho canciones, terminó alrededor de las 20:30, con los músicos despidiéndose y prometiendo regresar. En redes sociales, se expresó el descontento y varios fans compartieron sus testimonios, contándoles a los músicos que la poca presencia se debía a que muchos seguidores quedaron fuera y que había una gran cantidad de personas esperando verlos.
Con un retraso de treinta minutos, se encendieron las pantallas, tal como si de un videojuego se tratase y con gráficas similares a las de Final Fantasy, el cursor que aparecía marcaba «Press Start». No mucho después, se visualizó al personaje E.V.E., parte de la temática de la era Post Human. Para más detalles, leer nuestras notas sobre la saga de Post-Human Survivol Horror y Post-Human NeX Gen el lugar vibró con fuerza cuando la robótica voz de la IA comenzó: «Santiago, ¿están listos para la mejor noche de sus vidas?» Y como si fuésemos parte de todo empezó a «analizar datos», pidiendo más potencia entre los asistentes y siguió con la intro diciendo «Gracias por ofrecerte como voluntario para la investigación NeX Gen. Tu compromiso y sacrificio máximo por nuestra misión no serán olvidados. Soy EVE, un motor de investigación avanzado de última generación, confiada para la misión más grande en la historia de la humanidad: la salvación de la humanidad. Esta noche estaré observando tu actividad biopsicosocial y recolectando datos para avanzar en nuestra investigación NeX Gen, la siguiente etapa de la evolución humana. Por favor, espera mientras realizo algunas comprobaciones de diagnósticos finales…» «Escaneando moshpit». Ya de ese punto en adelante, no hubo retorno. Desde que las primeras notas de «DArkSide» se escucharon, desataron la locura en un Movistar Arena que se vino abajo con la presencia de Oliver, Lee, Matt Kean y Matt Nicholls. Rápidamente el coro resonó con fuerza «Hey, I’m begging you to stay, my darkside won today, my heart keeps breaking over and over». Los fans gritaron con emoción, coreando y muchos con lágrimas, pues, a pesar de que los británicos han visitado constantemente Chile, la conexión con Bring Me The Horizon resulta ser una hermosa liberación para muchos.
El show continuó con «MANTRA» y «Happy Song», canciones explosivas de principio a fin. Oliver Sykes pidió a la audiencia hacer mosh-pit, señalando que estarían bien y que confiaran en el cuerpo. Con proyecciones que simulaban estar en una iglesia, la banda demostró que su consolidada posición como uno de los grandes referentes del metalcore está más que justificada. El fuego y la pirotecnia encendieron aún más a los fans, quienes se unieron como una sola masa, gritando con energía. Al estilo de un videojuego inmersivo, «Kool-Aid» contó con una proyección al estilo de shows de electrónica, con una animación que simulaba salir de la pantalla: « Nobody loves you like I love you, oh my dear» se escuchó muy fuerte mientras Oli daba vueltas alrededor de las llamas. Su performance fue destacada tanto en su interpretación vocal, como en su interacción con el público. Shadow Moses abrió varios circle pits, el grito «This is Sempiternal» estalló por todo el lugar, lo que hizo que los chicos sonrieran por el recibimiento de la audiencia. Oli, con una sonrisa, repetía «Te amo» con frecuencia, dejando en claro lo cómodo que se siente en tierras latinas. El cantante además, utilizó todo el espacio del escenario, que estaba ambientado en esta realidad apocalíptica que da vida a la era Post Human, tanto así que en «Parasite Eve» rocearon al público como si estuviesen sanitizando el lugar.
Antes de la interpretación de «[ost] (spi)ritual», se vivió el ritual del pentagrama «de iniciación» Con una escenografía bien trabajada visualmente, la banda, personificados como sacerdotes, y la animación proyectada en pantalla que invitó al culto, prometiendo una vida mejor en YOUtopia (realidad alternativa inventada por BMTH que también posee una canción del mismo título). Sonó fuerte «n/A»y luego «Sleepwalking», el primer punto culminante del concierto, donde cada uno de los presentes cantó al unísono, emocionados por este nuevo reencuentro. Pero no solo hubo momentos de catarsis emocional en las interpretaciones, también se presentó un video recopilatorio con los mejores momentos de la banda, incluida una foto de Oliver con el querido Chester Bennington, lo que hizo explotar en gritos el recinto por la emotiva referencia durante «Itch for the cure», que después se volvió pura euforia cuando se proyectó la intro de «Kingslayer» que cuenta con el featuring de las japonesas BABYMETAL, una canción que logró fusionar el caos, la redención, y la fuerza inminente de todos los presentes que aportaron con bengalas y sus voces a toda potencia.
El carisma del grupo y el vínculo que sienten con Chile fue evidente, pues dominaron al público en todo momento, ofreciendo un espectáculo marcado por una ilusión efímera, una verdadera conexión espiritual. Las distorsiones y breakdowns atravesaron a los presentes en una danza caótica y sublime, con todos unidos en una travesía emocional. Las letras, realistas y profundas, eran capaces de derribar cualquier barrera afectiva, destapando la catarsis, algo que se vivió con intensidad en el encore, que incluyó canciones como «Can You Feel My Heart», «Doomed »(donde se notó la evolución vocal de Oliver) y la emotiva «Drown», en que bajó del escenario para compartir y cantar con aquellos que tuvieron la suerte de entrar primeros. Finalmente, con un último mensaje de E.V.E, llegó la hora de cantar a todo pulmón «Throne» entre llamas, cerrando una experiencia que marcó a todos y dejó en claro que siempre habrá ansias por el regreso de los británicos una vez y otra, pues estamos seguros de que los chicos pudieron sentir nuestros corazones.