Deicide-Banished by Sin: Cuando la blasfemia es mi religión
Reigning Phoenix Music
Escuchar discos llenos de blasfemia y herejía parece vieja historia, pero cuando las bandas icónicas en esas materias aparecen con nuevos trabajos de estudio, la mente vuelve a esas épocas nostálgicas cuando ser anti religión (en lo musical), era una corriente poderosa. Hablamos de Deicide, voz autorizada si de herejía se trata y que han sobrevivido al paso del tiempo gracias al protagonismo de Glen Benton y por estar, casi siempre, envueltos en polémicas, ya sea por sus letras, por sus videos o por lo poco macizos que se han vuelto en vivo; la última, tiene que ver con el arte del nuevo disco, generado completamente con inteligencia artificial, aumentando el debate sobre el uso de esta herramienta: ‘y si no les agrada la postura, pueden irse al demonio’ dijo el líder. Ahondando en lo estrictamente musical, con Banished by Sin han pretendido unir los viejos tiempos con los actuales, gracias a un híbrido convincente, que busca complacer a sus seguidores y creo que lo consigue, pero eso sí, ratificando que sus mejores momentos creativos ya han pasado.
Las seis cuerdas son y serán perpetuamente efectivas y enfocadas en degollar al oyente. No han escatimado en la introducción de solos letales, ya sea en mezcladas propuestas o en algo más melodioso. Así asoman ‘From Unknown Heights you Shall Fall’, basada en riffs rápidos y sin misericordia, junto al inconfundible gutural de Benton. ‘Doomed to Die’ prosigue desde la perspectiva de un hombre entregado a su destino; la ejecución es el sello de esta casa llamada Deicide, tan rápida y directa que cada tema se hace cortísimo. ‘Sever the Tongue’ fue el segundo single y se deja disfrutar; ‘cortar la lengua’ de Cristo es el mensaje, ya que su palabra solo ha traído división a la humanidad y el video del tema lo lleva muy literal; no se expongan al contenido si ya no tienen la resistencia de antaño.
‘Faithless’ es de los más destacados, pues recuerda al Deicide de Legion, esa hermosura de disco llena de odio a las religiones. ‘Bury the Cross…With your Christ’ fue el primer sencillo lanzado justo el día de Navidad (era que no!), la cual recrea una realidad en donde la última cena es protagonizada por los miembros de la banda dándose un festín con Jesús; a estas alturas, eso ya es un poco ridículo, pero se nota que lo disfrutan. Ambos singles comparten lo bien que lo sigue pasando Benton al decir cualquier idiotez contra Cristo o la religión. Por su parte, ‘Banished by Sin’ es la más elaborada, va más allá de gritar su odio; musicalmente tiene de los momentos mejor construidos en el álbum, con solos de guitarra y los gritos en dos voces de Benton en las instrumentales, homenajeando a ese Deicide que se extraña.
‘The Light Defeated’ es un cierre brutal, la mejor canción del disco. Líricamente habla de la derrota de la religión y, musicalmente, es excelsa, con Kevin y Taylor dándose el tiempo de armar armonías y solos que acompañan la brutalidad de Steve en la batería.
En general, Benton no decepciona en su trabajo vocal y la marca de la casa se sigue mostrando en plenitud; los growls y los guturales agudos se mantienen y continuarán siendo un gancho con su público de siempre, mientras que Steve Asheim sigue demostrando que es una bestia tras sus tambores. Ahora, este nuevo trabajo tiene buenos temas, pero al contener 12 canciones se siente como si hubiera mucho relleno, sobre todo en la lírica. Y en la propuesta musical, el disco contiene la brutalidad de antaño pero sin ofrecer vertientes innovadoras. Es un buen álbum de blasfemia, pero los tiempos de Legion no creo que regresen.