Disco Inmortal: Bad Religion – Stranger Than Fiction (1994)
Atlantic Records, 1994
Qué grandioso año para el punk rock fue 1994. Y en ese listado no podían faltar los eternos Bad Religion con “Stranger Than Fiction”, álbum que les permitió ingresar al mainstream del punk rock de esa época. A pesar de sus idas y venidas y sus cambios de formación, ellos siguen en la trinchera generando himnos y buenos discos con una regularidad impresionante. “Stranger Than Fiction” fue, además, el debut con una multinacional (Atlantic) lo que generó una sorpresa mayúscula en los fans acérrimos de la banda, pero reconociendo que no perdieron un ápice de su compromiso, credibilidad y sonido. Un disco clásico lleno de metáfora, vocabulario, iconografía y armonías vocales; esto último los consagraría como pioneros del naciente hardcore melódico.
“Incomplete” parte rapidísimo y destaca mucho su letra, la que se te queda grabada cuando eres adolescente. Muy buena la conjunción de guitarras y da en el clavo siendo el tema de entrada, porque prepara tus oídos con ansias para lo que vendrá después; melodía punk trabajada a gran escala. “Live mine to me” es otro tema interesante. Buen sonido de batería para partir, las guitarras en las pausas destacan por su precisión; buen juego de voces en los coros. “Stranger than fiction” tiene un inicio poderoso, la batería es más protagonista y la voz más saturada de Graffin te hace volver, por momentos, a los inicios de la banda; buen trabajo en los coros vocales. “Tiny voices” suena más comercial pero hay buen trabajo de las guitarras; es más lineal de lo que habíamos escuchado antes pero tiene su buena dosis de punk melódico. Donde destaca de manera versátil es en la letra, la que es poesía pura. “The Handshake” nos tira a otro lado con esa guitarra del inicio y la rápida entrada del tema; hay pausas interesantes, otros tempos dentro de la canción y que nos muestran otra propuesta dentro del mismo disco; hay otra unión de las voces con las guitarras y otros decibeles. Buen tema.
“Better off dead” sigue la línea de los inicios rápidos, con una voz más pausada, la que deja oir el rugir de las guitarras. “Infected” es un temazo, es una de las piezas que distingue al disco. Parte más lento, con un tempo más unido a los riffs de las guitarras, los que se oyen mucho más nítidos. La batería descansa más y le sigue el paso a las cuerdas; buen juego vocal al medio del tema, la que se funde con el riff precioso de Gurewitz. El juego continúa hasta el final. “Television” retoma la velocidad imparable de la primera mitad del álbum, la tensión es lineal hasta el final destacando el riff del medio. “Individual” es puro ritmo con un mensaje que te llega al mentón en esa etapa adolescente; voces y guitarras fundidas en buena dupla en la mitad del tema. “Hooray for me” casi ni se separa del track anterior cuando entra con toda su fuerza interpretativa, no te deja respirar.
“Slumber” tiene una intro más comercial y es más lento; escuchable. “Marked” deja atrás ese descanso y retoma la rapidez del disco y recorre a punta de buenas guitarras los 2 minutos de canción. “Inner Logic” hace un juego interesante de batería, es más rítmica que varias anteriores; cuando entran las guitarras identificamos el sello del disco. “What it is” es una buena entrada para terminar con “21st Century” remasterizada y en una versión más visionaria. Un temazo dentro de la discografía de la banda y que tiene la versatilidad de resistir dos miradas tan distintas y ambas de tanta calidad.
Gracias a “Stranger Than Fiction” hubo muchos ‘puristas’ del punk que ya no oían Bad Religion, pero fue la entrada para que muchísimos nuevos seguidores se unieran a la fiesta a través de estas canciones simples (en lo aparente) de punk rock melódico, pegadizo, bien construido, con mensajes claros y coros característicos. Por algo, es el único disco del grupo que ha sido certificado como “Oro” en Estados Unidos y Canadá. Es uno de los grandes golazos de Bad Religion y que juega en la primera A del punk noventero.
