Disco Inmortal: Sex Pistols – Never Mind the Bollocks (1977)
Virgin Records, 1977
“Los Sex Pistols era algo que tenía que pasar» dice el relato del documental de Julian Temple “The Filth and the Fury” de la banda en su introducción, ¡Y vaya cómo fue que pasaron! Hablar de este disco es simplemente hablar de toda la historia de los Sex Pistols, una banda tan fugaz e importante que se jacta del (des)honorable título de haber cambiado para siempre la historia del rock con tan sólo haber sacado un disco de estudio.
Es absolutamente sorprendente, “Nevermind the Bollocks” es un disco en que sus músicos no sabían tocar, su mánager no tenía idea de gestión empresarial, hecho por junkies y borrachos, pero aun así es una obra maestra del punk, un disco que como bien su nombre lo dice le importó todo un carajo, en ningún momento olvidó las bolas, la actitud, y que logró sacudir a niveles tan macro que su propio país, la reina de Inglaterra y los medios de la época temieron a tal nivel que incluso lo prohibieron por donde más pudieron. Fue la primera banda que dijo “váyanse a la mierda todos” y ese es el resultado de una honestidad brutal que quizá también acabó con ellos en tan poco tiempo.
Es extraño, el vocalista Johnny Rotten decía que ni un productor de heavy metal podria haber logrado tal cosa con los Pistols, las influencias venían por el lado de Roxy Music, también T-Rex, Bowie y algo de Alice Cooper, aunque uno de los principales compositores, el bajista Glenn Matlock siempre fue un enamorado del sonido de The Beatles y el rock and roll de los ’50. Curioso caso, y que donde riffs de esta cepa terminaron siendo un lote de himnos punk con una actitud desafiante y bestial.
‘Anarchy in the UK’ demostró el talento de Johnny Rotten para escribir canciones, para hacer rimas, está claro que él era un animal en el escenario, ese tono desafiante, molesto como pulga en el oído y esa cara de insano que ponía fue punta de lanza para las críticas y las miradas absortas de los medios, que no sabían realmente que es lo que trataba de hacer esta banda, no sabían si amarlos o lincharlos. “Quería algo que rimara con ‘antichrist y ‘anarchist’ era perfecto” comenta Rotten de cómo nacería quizá el más grande himno punk rock de todos los tiempos. Rotten nunca fue muy culto, de niño una meningitis terminó por dejarlo muy afectado y sus malas calificaciones y apariencia terminaron por convertirlo en víctima de las burlas del curso, hasta que se rebeló contra todo, y qué mejor forma de hacerlo que con los Pistols. Debido a esto que nunca quiso ser muy intelectual para escribir. «Quiero ser rockstar para que las chicas me mamen la pija», decía.
Eran canciones melódicas, pero que sumadas a la ira vocal de Rotten, los riffs ácidos de Steve Jones y una actitud sumamente contestataria creaban este visceral concepto, ‘God Save The Queen’ quizá fue malinterpretado como un insulto directo a la reina, sino más bien era al sistema monárquico, al hacerse la pregunta si realmente el pueblo inglés necesitaba tener una familia real. Eran años de régimen conservador y de fuertes crisis, y el impacto más alto estuvo seguro debido a eso.
‘Pretty Vacant’ es una canción inspirada en Abba (nuevamente la mano “pop” de Glenn Matlock dando que hablar) y esa era la gracia, la metamorfosis de un pop a algo tan radical, considerando que paradójicamente fue despedido de la banda por lo mismo, en uno de los grandes errores que pudieron cometer y que les saldría bastante caro. ‘Holidays in the Sun’ era la encargada de abrir el disco tal como lo conocemos, certero track de apertura, muy coreable como todas del disco, inspirada en una gira a Alemania definida como “un alivio de irse de Londres” con toda la persecución que tuvieron por esos años, la paranoia que producía el muro de Berlín dio pautas para las ideas del tema.
Mientras ‘Bodies’ era una sórdida historia de una supuesta novia de Rotten que llega con un… ¡feto en una bolsa! a su casa, el cierre con “E.M.I:” marcaba todo el repudio hacia la primera casa discográfica que los “acogió”. Era una locura, las discográficas fueron una puerta giratoria, A&M pasó por lo mismo con los Pistols, terminando de grabar el disco con Virgin finalmente.
Fue en cierta forma injusta la cosa con los Pistols, es cierto que eran unos borrachos, junkies, e imbéciles ( y pensamos de inmediato en Sid Vicious), pero en los sesenta estuvo lleno de eso y el repudio nunca llegó a tal nivel, cuando llegaban a tope en las listas no salían mencionados, solamente con espacios en blanco, el baneo era cosa de marca mayor para ellos. Ahora sabemos que cuando una lista de tops vieja dejaba el espacio en blanco, al menos era porque ese crédito era de los Sex Pistols.
Revolución con todas sus letras en algo que supuso ser un “invento y manipulación” de Malcolm McLaren , y claro que lo fue, pero no a tal grado para que la banda se arrepienta de aquello, los Pistols tampoco vieron mucho dinero en su época de auge, fueron estafados muchas veces y mientras sus singles y discos vendían como locos, hubo veces que no tenían dinero ni para el autobús. Un disco que representó bien el punk en el contexto de lo que se quiere obtener de él al menos: honestidad, rabia, descontento, desafío a la autoridad, a la burguesía y al sistema que regía en una sociedad británica bastante poco próspera para la juventud, y todo eso sumado a las grandes canciones con que se nutrió, sin duda lo convierte en una obra maestra que le cambió la cara al rock para siempre. Simplemente, Dios salve a los Sex Pistols!
Por Patricio Avendaño R.