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Gulch: Masivo y demoledor ejemplo de hardcore
Californianos con energía y ganas de hacer música es casi una ley en el rock y sus derivados. Y es que si empezamos a indagar en lo factores que hacen de este estado norteamericano una tierra tan fértil para la música tendríamos que leer y documentarnos bastante. Lo cierto es que desde 2018 y directamente desde Santa Cruz y San José, California, la banda Gulch se ha venido abriendo paso de manera constante y con una personalidad desbordante.
Hardcore combinado a ratos con death metal. Combinación totalmente rabiosa a raudales es lo que nos ofrece Gulch. Unos riffs pesadísimos como hace tiempo no se escuchan en una banda mainstream. Ya que esta banda al no saberse mainstream pareciera estar jugando todas sus cartas con unas presentaciones en vivo realmente arrolladoras; de las cuales podemos apreciar algunas en Youtube. Lamentablemente la pandemia ha parado todo eso, pero no así las ansias creativas de la banda. Esto porque a mediados de 2020 publicaron “Impenetrable Cerebral Fortress”, su primer larga duración luego de su debut en 2018 con el llamado “Burning Desire To Draw Last Breath”.
En el caso de su más reciente trabajo del año pasado, notamos desde el primer segundo como la potencia vocal de Elliot Morrow se hace presente. Una personalidad y potencia abrumadora. Presencia que recuerda la juventud de Henry Rollins, pero no tanto por su registro vocal, sino por su actitud y cierto parecido físico.
Junto a su voz también somos bombardeados por la batería con constantes redobles y acentos en los platillos por doquier. Y a la ecuación se le suman un bajo y dos guitarras que en tonalidades constantemente graves nos brindan unos riffs de tremendo tonelaje. Y además de todo esto la distorsión y efectos que parecieran hacer chillar a las guitarras son elementos característicos en cada una de las canciones de Gulch.
Al ser su trabajo más distintivo hasta ahora, “Impenetrable Cerebral Fortress” nos sacude a lo largo (¿o cortos?) de sus quince minutos de duración. Canciones fugaces, enérgicas, rabiosas, una voz que cruje y se rompe constantemente y unos instrumentos al máximo de su capacidad. En fin, una energía increíble que cautiva a cualquier amante de este género y nos permite tener fe en que aún hay ganas de extremar la música y no doblegarse ante las miradas extrañadas de quien aprecia esta música desde el prejuicio.
Una curiosidad estética a nombrar de Gulch es que en sus presentaciones en vivo que rondan por Youtube, entre las tantas cosas que podemos notar es que en cada una de ellas la banda se presenta con jeans negros y con el torso desnudo. Una estética que sumada a los rabiosos y enérgicos movimientos de sus integrantes al tocar, crea una liturgia difícil de resistir. De ahí que el público se desborde en cada una de sus presentaciones. Con Gulch, las ansías de poder volver a alguna tocata o concierto invaden con fuerzas nuestra conciencia. Ya habrá tiempo.
Una banda digna de escuchar, recomendar y compartir. Sean el alma de la fiesta y pongan play a algún tema de Gulch la próxima vez que hablen de música con alguien. Una propuesta que probablemente impactará a quién los descubra. Un tipo de banda a la que cualquiera con el sueño de rockear quisiera ser parte. Un diamante en bruto que esperemos sea pulido apenas vuelvan las presentaciones en vivo.