Con un evidente escenario lleno, es que la diversidad de colores se aunaba a eso…
Javiera Mena: De performance, activismo y honestidad
A millas de distancia contenidas en usos horarios con más de cuatro horas de diferencia nos conectamos con Javiera Mena, la icónica lesbiana que rompió todos y cada uno de los esquemas juveniles y que nos invita cada día a cuestionarnos la heteronomía patriarcal desde la más absoluta sinceridad y honestidad. En la actualidad, la ideóloga de “Otra Era” se encuentra radicada en España donde el invierno se toma este primer trimestre del 2022, a lo que desde su cotidianidad nos comenta “Hoy hace un frío en Madrid, así que agradezco tanto haber entrado a mi casita porque está insoportable el frío, corría un viento helado de Siberia, que ya no lo soportaba (…) Pero ya el sábado me voy al verano, que este año no tuve verano porque estoy mal acostumbrada que todos los años me voy enero y febrero a Chile, pero ahora me quedé acá”.
Pese a que su cotidianidad esté ubicada en otro punto del globo planetario, esto no ha sido obstáculo para avanzar en lazos creativos, siendo “Amuleto” un gran ejemplo de esto “es una canción de Marilina Bertoldi, ella me invitó a cantarla y ella nunca había hecho una colaboración con nadie y me invitó a mí, así que soy la primera vez que invita a alguien, por lo cual me parece un honor porque ella es una gran artista en Argentina, allá es mega conocida yo creo que cada vez se va a dar a conocer en países como Chile, México… ha estado nominada a Grammys, es una crack… Nada más que aprendizaje trabajar con ella y el video quedó espectacular, un video mega erótico, mega sexy y me encantó trabajar con Micha, la directora así que ahora yo creo que haré más videos con ella, porque es muy buena la directora también”.
En cuanto al proceso creativo, los enlaces musicales también forjaron transmisión de aprendizajes colectivos en los mismos desafíos compositivos, es por esta razón que la autora de “Luz de Piedra de Luna” nos detalla como fue la experiencia de este sencillo “Primero fue la colaboración típica de graba la voz, y yo la grabé y fue bonito, pero cuando yo fui a Argentina y grabamos el video ahí tuvimos la oportunidad de poder componer otras cosas y trabajar, ella también es productora, ella produjo también esta canción, entonces un poquito poder ver como trabaja. Yo por ejemplo soy super conceptual, súper neurótica para componer ‘Ya, de qué se va a tratar la canción, ¿sobre qué vamos a hablar?’, y ella es como mucho más que fluye, las palabras van naciendo, entonces me sirvió un poco para soltarme también, porque a veces yo soy muy conceptual, como que cada vez con los años me pongo más nerd, entonces me sirve entrar un poquito más al Rock and Roll, que no tengo mucho Rock and Roll y ella tiene puro Rock and Roll”.
Muy en la línea energética de la artista, es que las múltiples capas que construyen el concepto artístico Javiera Mena implica abordar la performance como un constructo articulador en la ejecutiva cultural, es por esto que su participación en Benidorm marca un antes y un después en la carrera de la autora de “Que Me Tome La Noche”, sobre esto nos comenta que Benidorm es “un festival de viña pero internacional, de pura competencia. Allá es diferente, es un espectáculo solo de la música, no hay farándula alrededor, no hay nada de eso, entonces era como, ir a hacer el show y chao, no había ni comerciales. Era diferente, era solamente el festival, solamente la competencia y el número que ganaba va a Eurovisión”.
La experiencia de Benidorm Fest fue una enriquecedora sorpresa desde todas sus aristas, puesto que la elección del tema “Culpa” subyace como una jugada sin mayores expectativas, en palabras de la artista “yo no creía que íbamos a quedar seleccionados, entonces fue como ‘a ver, ¿qué tenemos?, ¿qué tema puede ser?’, entonces justo culpa lo habíamos lanzado recién, y como no teníamos ninguna expectativa, entonces fue ‘Ya, manda Culpa que cabe’, y después quedamos seleccionadas y fue como [sorprendente], y ahí me di cuenta de que culpa igual era una canción difícil de cantar. Pero más allá de eso, tenía un mensaje político super potente, entonces eso llama la atención igual, como que no era solo una canción de amor, creo que el mensaje iba más allá del bien y el mal, aquí caló hondo, porque el tema de la culpa es algo como original igual, y eso como que llama la atención”.
Es por esta razón que, desde la más pura ingenuidad de la participación es que ebulle la imperiosa voluntad de tomar la performance como constructo disruptivo ante la estaticidad del show televisivo “Hicimos una cosa media endemoniada, yo me transformé en la diabla y trabaje con Laura Índigo, una coreógrafa de aquí de Madrid, hicimos una coreografía súper linda, media contemporánea, tratando de llevar la culpa a ese escenario, era como una ref tecno. Hicimos lo que quisimos y fue buenísimo porque nos sentíamos como las rebeldes de ahí. Después cuando nos preguntaron ‘¿Por qué yo debería ir a Eurovisión?’, y yo les contestaba ‘Porque vamos a lesbianizar Europa’, como puras cosas así malportadas, pero que cayó muy en gracia. Pero fue Bacán, la gente nos quiso un montón. Más allá del resultado de que no clasificamos, igual sentí que mi fanbase se expandió un montón y fue super productivo”.
Siguiendo en esta tónica de esencia política, es que el activismo reivindicativo de las disidencias sexuales ha sido un punto relevante a lo largo de la carrera de Javiera Mena, puesto que no solo construyó narrativas que colectivizan y visibilizan el amor lésbico en territorio local en pleno 2006, sino que a la fecha sigue siendo una de las mujeres más importantes dentro del circuito que en la práctica creativa y artística habita el activismo por medio de la performática desmitificación de preconcepciones heteronómicas y genéricamente excluyentes: “Yo creo que en mis comienzos no me estaba dando cuenta que estaba teniendo un discurso político súper potente, yo solamente estaba haciendo videoclips donde solamente habían chicas que se gustaban, pero claro… estaba siendo super pionera en un país como Chile, y sobre todo en Latinoamérica, incluso en España. No habían autoras que hablaran de su experiencia como trovadora lesbiana, o sea, la música que vivimos hoy en día la música romántica, la música pop viene de experiencias románticas, de amor cortés, de ahí viene, entonces, mi amor cortés viene del lesbianismo, entonces, todo lo que me rodea es súper lesbiano a mi arte, y decirlo abiertamente y hablar de poner en un videoclip a dos chicas de la espada y todas esas cosas, ahora que lo veo con distancia digo ‘Woow’, igual mi carrera ha tenido como un color lesbo-feminista súper potente, entonces… yo lo estaba haciendo como un juego, como ‘Qué ganas de hacer algo diferente’, ‘qué ganas de que las lesbianas se sientan identificadas’, como livianamente pero después con el tiempo te das cuenta de que esto es profundo igual, y siento que el camino ha sido súper sólido”.
“La lesbiana sigue existiendo es un espécimen que yo quiero mucho y que siempre me identificaré con esa palabra, porque yo defiendo la palabra lesbiana, me encanta y respeto a todas las amigas bisexuales, las amigas fluidas, a todas, pero a mí me gusta la palabra, es como clásica que me encanta”.
Bajo un manto de extremo hermetismo, Javiera nos comenta que su llegada a Chile estará marcada por diversos compromisos que la tendrán con el corazón y mente conectada con su público, y sobre esto nos detalla que “El 8m es una explosión, ahora voy a estar allá… no sé si lo voy a pasar en Chile o en Argentina, pero voy a estar allá”, y por otra parte uno de los compromisos clave que tiene esta visita a Chile, es su participación en la décima versión del festival Lollapalooza, escenario que pisará el sábado 19 de Marzo, a lo que bajo una esfera de ostracismo nos adelanta que para este show que se está preparando emerge con un halo extremadamente sorpresivo por lo que únicamente comparte su preparación consta de “Mucho ensayo. Yo llego el domingo a Chile y tengo ensayo con el equipo”.