Jinjer en Chile: Un sutil diálogo entre groove, potencia y metal extremo

Jinjer en Chile: Un sutil diálogo entre groove, potencia y metal extremo

Fotos: Jerrol Salas

Anoche, el Teatro Caupolicán fue testigo de porqué Jinjer ha logrado posicionarse como un fuerte exponente del metal contemporáneo y porqué sigue creciendo. Liderados por el carisma y el desplante de Tatiana Shmayluk, el cuarteto  hacía su paso por Chile por tercera vez y para esta ocasión nos brindaron una precisa selección de clásicos y neo-clásicos de sus últimos ocho años de carrera —desde ‘King of Everything— pero bastante de lo que será su próximo disco ‘Duél’ a estrenarse alrededor de febrero del 2025.

Ver a los ucranianos aparecer en escena no podía llevarse a cabo sin antes calentar motores. Los encargados para ello fueron los chilenos Decessus y luego los invitados especiales Heaven Shall Burn, directamente desde Alemania. Liderados por Ignacia Fernández, Decessus es una banda que últimamente ha tenido un gran reconocimiento dentro de la escena local y que con una serie de singles publicados ejecutaron ante aún pocos asistentes una performance sólida, si nos referimos al control meticuloso que cada integrante tenía en su respectivo instrumento y los guturales de Ignacia que a toda costa no dejaron de sorprender.  

Heaven Shall Burn nos deleitó con (otra) sólida propuesta de metal extremo traducida en  técnica y calidad instrumental y vocal. Su vocalista Marcus Bischoff —que llevaba puesta una polera de la selección chilena— se desplazó con toda su energía por el escenario y contagiando con ella y una extrema humildad  a un publico que además se encontraba casi en su punto máximo para ver a Jinjer.

A las 21 horas se le dio play a un audio que dibujaba las melodías de «Prologue», el track de apertura de King of Everything y asimismo, convirtiéndose –mientras Vlad, Eugene y Roman subían de a uno al escenario– en el ideal prólogo para darle la entrada a Tatiana y el inicio del set con dos cortes de aquel mismo álbum: «Just Another» y «Sit Stay Roll Over».

Si es pertinente hablar del flujo entre groove, destreza, presencia, fuerza y potencia, los cuatro músicos comenzaron desde lo más alto y no bajaron de ahí durante todo el set. Ese groove que Tatiana lleva en sus movimientos y en el desplazamiento por todo su espacio + su radiante carisma e interacción con el público se robaban el show, haciendo que incluso canciones que te golpean en la cara sean bailables. —Su niña interior amante de los sonidos del soul y R&B no sólo se daba a conocer a través de su voz limpia sino que fluía hasta con lo más “hardcore” que la música podía llegar a ser–.

Surgieron algunas fallas en el volumen del micrófono de Tatiana y sutil incomodidad de ella con sus audífonos, (que en la práctica afectó a cómo podía ser recibida su voz gutural por el público), pero sin embargo,  la cantante demostró un enorme control de su voz, alcanzando —vía «Green Serpent»– notas altas como nunca antes e instancias en las que –mediante «Fast Draw»– podrán haberse tratado de sus guturales más profundos —y prolongados— alcanzados. Mientras tanto, Vlad en la batería, Eugene en el bajo y Roman en la guitarra dejando constancia con toda su fuerza —y mayor de lo que se puede apreciar en los discos— de la calidad artística y musical a la que nos enfrentábamos en cada nueva canción por una construcción de un prolijo diálogo entre death metal, djent, metal progresivo, matices de jazz y matices de funk con el que los asistentes se dejaba llevar en un imparable pack de ovación, canto, saltos, cabeceos y mosh pits.

El setlist se movió, por una parte, por muchas piezas que ya se puede asumir que serán de esas que prevalecerán como clásicos por muchos años más en el catálogo de la banda y son efervescentemente esperados oír por todos sus fans. «Teacher, Teacher!», «On The Top», «I Speak Astronomy» y «Perennial» siendo los momentos claves en los que no sólo el público, sino que los mismos músicos brotaron lo máximo de todo de su ser

Avanzado el concierto se presentó una nueva canción –como si no fuera suficiente– como la más hardcore de la noche. Se trataba de la mencionada anteriormente «Fast Draw», la cual si bien la llevan tocando desde los festivales de verano europeo, fue sorpresa para todos ya que aún no es publicada

De todas formas, lo que corresponde al próximo álbum —Duél—, la banda nos ha adelantado 4 temas y todas ellas fueron interpretadas. Y mientras «Someone’s Daughter» fue el punto máximo de incomodidad para el oído de Tatiana, sin permitirle llevar a cabo una parte de su canto, «Rogue» compensó con toda su furia y desplante.

Lo de anoche fue también un evento especial para el mismo cuarteto. El show coincidía con el cumpleaños de Vlad, el baterista. Circunstancia que, llegando el show a su cierre –y acompañado de una torta–, se le dio espacio para que todos los presentes le cantaran feliz cumpleaños con máxima ovación y dar paso al clásico de clásicos por el que de hecho la banda comenzó su estrellato, «Pisces», encargada de concluir el set y una energética despedida.

Jinjer ejecutó un concierto de 15 piezas musicales con extrema calidad y profesionalismo. Y la energía proyectada, hacía rebotar el piso como si el público presenciara el mejor concierto de sus vidas.


Setlist.-

Intro (Prologue)

Just Another

Sit Stay Roll Over

Ape

Fast Draw

Green Serpent

Retrospection

Teacher, Teacher!

On The Top

I Speak Astronomy

Someone’s Daughter

Kafka

Copycat

Perennial

Rogue

Pisces

Vicente Andrade

Anneke Van Giersbergen es mi statement artístico

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