Joe Duplantier envía carta al gobierno danés para pedir la liberación de Paul Watson, activista contra la caza de ballenas
Con un episodio épico y elogiado por todo el mundo –excepto por algunos fanáticos religiosos-Joseph Duplantier estuvo en el foco de la noticia por su participación con Gojira en la apertura de los Juegos Olímpicos, pero ahora ha tratado de concentrarse en otra cosa y en una misión muy distinta pero no menos importante, ya que participó en una protesta pacífica el lunes 12 de agosto frente al parlamento en Copenhague, Dinamarca, para exigir la liberación del activista estadounidense-canadiense contra la caza de ballenas Paul Watson.
Watson, fundador del grupo activista Sea Shepherd y de la Fundación Capitán Paul Watson, se encuentra detenido en Groenlandia desde el 21 de julio. Se enfrenta a una posible extradición a Japón por una orden de arresto internacional relacionada con los cargos de allanamiento a un buque japonés en el océano Antártico en 2010, obstrucción de las actividades del barco y causando lesiones y daños a la propiedad.
Además Watson es un reconocido activista contra la caza de ballenas, ha estado amenazado por su dedicación de toda la vida a la defensa de la vida marina y la exposición de las prácticas ilegales de caza de ballenas. Extraditar a Paul a Japón, donde se enfrenta a un sistema judicial severo, pondría en peligro su seguridad.
A principios de esta semana, Duplantier envió una carta a Peter Hummelgaard, Ministro de Justicia de Dinamarca, solicitando una reunión para discutir la detención y extradición de Watson.
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Joseph escribió:
«Sr. Peter Hummelgaard
«Mi nombre es Joe Duplantier. Soy un músico franco-estadounidense. Cantante de la banda Gojira que recientemente actuó en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París 2024 y uno de los cabezas de cartel del festival de rock danés ‘Copenhell’. Me gustaría solicitar una reunión con usted para discutir la detención del capitán Paul Watson en Nuuk, Groenlandia, y su extradición a Japón. Vine a Copenhague para protestar pacíficamente y exigir su liberación.»
«Hablo en nombre de los ciudadanos preocupados de todo el mundo cuando digo que su detención no es aceptable. Paul Watson es una de las pocas personas en esta tierra que da esperanza a la humanidad al llevar a cabo acciones directas basadas en la lógica y la compasión, recordándonos que SOMOS los océanos, el agua que nos une a todos. La gente se siente impotente ante la extinción de las ballenas y otras especies y no sabe qué hacer para ayudar y poner fin a la caza ilegal de ballenas. Paul Watson nos da voz. Él es nuestra única esperanza. La esperanza de que alguien esté vigilando donde las moratorias internacionales no se respetan y la pesca ilegal continúa destruyendo la preciosa vida marina. Paul Watson y su tripulación son un ejemplo de coraje, dedicación e integridad. Está inspirando a toda una generación.
«Después de nuestra protesta pacífica que tuvo lugar hace unos días frente a su parlamento, tuve una reunión con los abogados de Paul y tuve la oportunidad de examinar de cerca el caso. Me parece que los cargos contra él son menores en comparación con las condiciones en las que Dinamarca está obligada a extraditar a personas, y también vimos pruebas de que no fue el propio Watson sino otro miembro de la tripulación quien lanzó la «bomba fétida», en la que Japón basa su caso. Incluso si estos cargos fueran ciertos, la sentencia es claramente desproporcionada. En todo caso, Paul sólo debería ser multado por daños materiales en lugar de ser arrestado y encarcelado. Según la ley, cuando hay daños materiales, la multa debería ser equivalente a la mitad de su valor. En este caso, una red de pesca común vale aproximadamente 800 € y, por lo tanto, una multa de aproximadamente 400 €.
«Aunque este es solo uno de los cuatro cargos, demuestra lo insignificante que es el caso y lo irrelevante que es la demanda de Japón. Independientemente del resultado de este asunto, Paul Watson sin duda pasará a la historia como un héroe que dedicó su vida a garantizar que tengamos un futuro.
En sus propias palabras: ‘SI LOS OCÉANOS MUEREN, NOSOTROS MORIREMOS’. ¿Qué clase de sociedad somos si dejamos que la única persona que tiene el coraje de marcar una diferencia vaya a la cárcel por lo que podría ser el resto de su vida?»
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