“Lick It Up”: Kiss retomando el sendero del triunfo
Casablanca / Mercury Records, 1983
El poder de Kiss en 1983 en el mundo del rock and roll era totalmente dispar a la reputación y suerte que corrieron en los auspiciosos años 70, pues tras los exitosos Destroyer, Rock and Roll Over y Love Gun, la banda decidió poner a prueba todo su ego y poder ante las audiencias que los idolatraban, pero tras la salida de los discos solistas de cada integrante de la banda, los dirigidos por Stanley cayeron en las garras y tentación de hacer música para los fanáticos de nada y decidieron editar Dynasty y Unmasked, dos discos que bajo el alero del sonido disco que estaba de moda en esos días, se ganaron el reproche de toda la fiel fanaticada que en algún momento los idolatró al ritmo de Detroit Rock City.
Para sacarse toda esa mala época de raras mezclas y peores decisiones decidieron hacer un disco aún incomprendido pero que algunos fanáticos de Kiss como el mítico Music from The Elder, disco que le devolvió la cara a Kiss tras el fiasco de su movida disco y algo ególatra de los discos solistas, sin embargo no fue hasta la llegada de Vinnie Vincent en guitarra que Kiss no retomó por completo los bríos del rock que los hizo famosos, y en 1982 editaron el excelente Creatures of the Night, el que terminó siendo el pilar de una nueva época en la banda, la que además trataría de ir a la par con el rock de moda en los años 80.
En 1983 con nueva formación Kiss edita el exitoso Lick It Up, un disco marcado por dos sucesos; la reconfirmada vuelta al sonido hard que los vio nacer más la decisión de sacarse el maquillaje de los personajes que les dieron la fama. Sin embargo, en lo musical y sustancial, en Lick It Up escuchamos un álbum lleno de coros pegajosos pero con una potentísima base rockera en su fondo que le devuelve a Kiss la sana costumbre de rockear y de qué manera; Gimme More es un medio tiempo con riffs speed en su base muy similar a los que patentó el gran Randy Rhoads en las canciones más vertiginosas junto a Ozzy, y a Kiss le quedaban muy bien. All Hell’s Breakin’ Loose y Lick It Up fueron dos de los singles que acompañaron la promoción del disco, ambas un poco más alejadas de la fórmula de Gimme More pero efectivas y edulcorantes ideales para captar la atención de nuevos seguidores del pretencioso Glam que sacudiría a la época.
Young Wasted y Exciter que abre el disco tienen a Kiss en llamas tocando un hard rock cañero que demuestra el notable aporte de Carr en la batería y del inspirado Vinnie Vincent (y qué solos de guitarra se despacha El Guerrero Egipcio), dos elementos fundamentales para el “desmaquillado” Kiss de los 80. En Fits Like a Glove en solo su comienzo más la fuerte arremetida de las cuatro cuerdas dejan en claro que el comandante Simmons tenia lo suyo para aportar a esta nueva versión de Kiss que pretendía ver con una nueva cara el desarrollo de una época importante para el metal y el hard rock. El jefe Simmons además cierra el disco con And on the 8th Day, un himno que en su comienzo recuerda a diez otras canciones de Kiss, pero qué duda cabe que en su momento glorificó el cierre de un álbum que marcó un hito en la carrera de la banda «más caliente del mundo». Tanto por airear el estímulo sónico de su propuesta como la de cambiar su bullada imagen. Hecho que a estas alturas connota aún más la leyenda histórica de la banda.
Por Nelson Silva A.