Kreator en Chile: El primer azote
Cuando Dave Mustaine confirmó que fue diagnosticado de cáncer a la garganta y que eso implicaba cancelar toda la agenda de Megadeth, los metaleros chilenos sufrimos un golpe durísimo, no solamente porque amamos a Dave como figura trascendental, sino porque el receso obligado significaba que Megadeth dejaba vacante su puesto en Stgo. Gets Louder. Reemplazar a los autores de “Rust in Peace” no era cualquier cosa, menos con las entradas a la venta, por lo que había que asegurar la calidad del cartel ya ofrecido y es ahí donde Kreator acogió el llamado. Los alemanes son representantes del thrash de cepa y regalones del público nacional, por lo cual la algarabía subió como la espuma cuando se anunció, además, un show en solitario, un espacio propio que daría continuidad a la relación sólida con el barrio metalero; éste se agendó en el teatro La Cúpula y se sumaría a la larga lista de presentaciones de la banda en nuestro país, donde jamás nos han dejado disconformes.
El ambiente dentro del pequeño teatro era ideal, cargado de buena energía, chaquetas de cuero, melenas ochenteras, algunas representando el paso de los años y simbolizando el lazo enumerando las veces que habían visto a la banda en vivo. Ah! y la conversación era una sola: Stgo. Gets Louder, un evento que el metalero espera y que con este sideshow de Kreator bajaba la bandera.
Para Petrozza y los suyos lo que importa es que la gente se entregue por entero. Y vaya que así fue. El círculo central, que es parte del diseño de la Cúpula, se volvió absolutamente fundamental para que el mosh no parara desde el primer tema; cuando “Violent Revolution” abrió el concierto, la energía se desbordó y todo sería una avalancha de riffs, de golpes duros, de una batería más que veloz, de mosh interminable, de un juego de luces fantástico, de papel picado, de conciencia social.
“Extreme Aggression” y “Phobia” completaron la triada inicial de un setlist que sería de lujo, donde otra vez se escucharon fuerte y claro himnos como “Satan is Real”, “Hail to the Hordes”, “Enemy of God”, “Endless Pain” y las absolutamente imbatibles “Phantom Antichrist”, “Flag of Hate” y “Pleasure to Kill”, sin olvidar el emotivo momento cuando dedicaron “Fallen Brother” a Lemmy. Como siempre ocurre, Mille Petrozza estuvo cercano y comunicativo, resaltando que este público es extraordinario, recordando cuando vinieron el ’92 y destacando que esperaba contar con esta gente cuando les tocara subir al escenario de Stgo Gets Louder. Y vaya que hay varios que, en buena hora, se repetirán el plato.
Es cierto que hubo un par de problemas técnicos que fueron rápidamente subsanados, sin embargo la gente, lejos de sentirse molesta, apoyó de manera soberbia a superar el impasse vitoreando el nombre del grupo, y no permitiendo que los baches opacaran el entusiasmo de disfrutar de la banda de thrash europea más exitosa. De esta manera, Kreator superó un show exigente, en un lugar mucho más íntimo al que están habituados y que superó la prueba, porque permite pasar el rato en un mosh eterno, con devotos vítores antes y durante la presentación. Así escribimos otro capítulo de esta historia larga con Kreator, quienes a punta de oficio y un setlist espectacular, dieron el primer azote de brutalidad de Stgo. Gets Louder.