Lana del Rey supera sus propios límites de inspiración en «Did You Know That There’s a Tunnel Under Ocean Blvd» (2023)

Lana del Rey supera sus propios límites de inspiración en «Did You Know That There’s a Tunnel Under Ocean Blvd» (2023)

El autoconocimiento es un tema constante en la forma de abordar letras de la ex-Lana del Ray o la ex-Lizzy Grant. Bastante lejos quedaron los años en que mordía el polvo por no tener la suficiente atención con su debut «Born to Die» (que vaya que sí llegó después), pero es ahora cuando la madurez profesional ha llegado más que nunca confiando en sus talentos, en su capacidad innata de convertir la melancolía que nos da la vida misma en canciones, en bellas piezas esculpidas como si de porcelana intocable se tratara. Lo hizo con Norman F. Rockwell (2019) y ahora lo vuelve a hacer. 

Su nuevo disco no viene más que a reconfirmarlo y se transforma con solo un par de escuchas en una de sus piezas más prolijas y mejor cuidadas. Una especie de nuevo tesoro. “The Grants”, que abre con coros gospel y te recibe con un gran abrazo en este noveno álbum de estudio, donde nos dice con su voz aterciopelada viendo todo de una forma omnipresente:  “Mi pastor me dijo que cuando te vas, todo lo que te llevas es tu memoria”, dice el coro, “Y me llevaré lo mío contigo”. Porque sí, en cualquier lazo que involucramos en nuestras vidas recogemos pedacitos de otras y otros. Esa metáfora es tan sobrecogedora como cierta y cómo lo transmite la canción sí que conmueve, porque sirve como un sentido tributo a su familia y parientes fallecidos, y habla de llevar los recuerdos de sus seres queridos con ella al más allá. Es solo el comienzo y ya es estremecedor. 

 

La estrella del pop melancólico se luce cuando juega con la parte más dulce y oscura al mismo tiempo. ‘Sweet’ se interpreta como si de un musical de Broadway se tratara, y el grado de inspiración en los tonos bordea lo sublime. Lana se ha hecho experta en aquello y ahora no hay crítica ni envidia que valga. Parece intocable en esta pasada. El viaje sigue con A&W, una de sus canciones más largas (bien justificadas) sobrepasando los siete minutos y que cuenta con coqueteos electrónicos y una brutal cantidad de estrofas en que se revela como una «Puta Americana» (American Whore, A&W) moderna, distorsionada y asumida y todo lo que la experiencia de ello implica. “Fingertips” aborda el tema de la maternidad bajo un mar de dudas, mostrando la vulnerabilidad propia de los tiempos actuales de las mujeres sobre el tema y por alguien que no se ha declarado feminista abiertamente, mas bien ha optado por dar un paso al costado de todo ello. 

Vamos a los feat, porque sí, Lana no juega del todo sola en esta magna producción y alcanza un ribete casi cósmico en su dueto con Father John Misty, donde podemos dar cuenta que la verdad ambos tienen mucho en común, incluso en el uso del tono melancólico extendido. Pero FJM no está para robar protagonismo, sino más bien para hacerla lucir mejor en «Let The Light». Lo propio pasa con Bleachers, la banda de Nueva Jersey acompaña en otro corte muy profundo llamado «Margaret», que también apela al spoken word;  o los pianos abrumadores que dan el arranque y están con una fragilidad latente en «Paris, Texas» junto a SYML.

Lana no solo está en gran momento como compositora, sino que se ha transformado en una gran contadora de historias posmoderna, hablando de sus propios sentimientos y de las personas que la acompañan, de su propia familia, abordando cuestionamientos sobre los pasos importantes que damos en nuestras vidas en este ínfimo paso que nos toca por la tierra, de la adicción al sexo, la soledad e incluso contemplar el suicidio, además de la muerte e infelicidad. LDR ha vuelto fuerte, intensa y más inspirada que nunca. 

Patricio Avendaño

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