Nación Rock Awards 2017: Los mejores discos internacionales, del 20 al 11
20. Death From Above
Outrage! Is Now
Después del impresionante debut con You’re a Woman, I’m a Machine en 2004, y el posterior receso indefinido, muchos quedamos en permanente alerta, esperando que en algún momento los canadienses dieran señales de vida. Es cierto, desde el regreso discográfico en 2014 que la banda aún no vuelve a repetir ese asombroso debut. Como siempre, las malditas expectativas nos hacen malas pasadas. Pero Outrage! Is Now es tan poderoso como su título, y es un disco más sólido que The Physical World, su regreso de 2014. Nomad es muy frontal, y luego de su melódica intro de teclado, ‘Freeze Me’ no se queda atrás. DFA no hipoteca el sonido que los hizo famosos en 2004, pero ya el solo hecho de tenerlos activos y potentes gracias a Outrage! Is Now es una gran noticia.
19. Gary Numan
Savage
Uno de los referentes de la música electrónica en el rock dijo presente este año, con un álbum que recopila muchas de las experiencias de su últimos años, recuperando su creatividad pareciese como nunca haciendo caso omiso aun cúmulo de detractores a través de las décadas que seguramente no les quedará más que callar la boca ante este deslumbrante registro: cautivante, sincero, oscuro y devastador. Si juntamos a NIN con Type O Negative sin duda esta placa sonaría a algo como esto. Un proceso intenso que quedó reflejado también en un gran documental.
18. Father John Misty
Pure Comedy
Para muchos Father John Misty no es mucho más que un vendedor de humo, simplemente no están dispuestos a soportar tanta pretensión. Pero está su música. Tal como en I Love You, Honeybear (2015), Father John Misty roza la genialidad en varios pasajes de Pure Comedy, su tercer largaduración. No en todo el disco, pero sí en varios momentos. La tríada inicial con el track homónimo, ‘Total Entertainment Forever’ y ‘Things It Would Have Been Helpful to Know Before the Revolution’ desborda intensidad, variedad en los arreglos, sensibilidad pop, letra y concepto. Aunque por varios momentos el disco decae notoriamente y se vuelve derechamente aburrido, los primeros 23 minutos de Pure Comedy –lo que es bastante-, hacen que todo valga la pena.
17. Slowdive
Slowdive
Ocho temas que se articularon muy bien. Las voces de Rachel Goswell y Neil Halstead suenan más maduras, son protagonistas, y están fortalecidas por efectos, detalles y mucha distorsión. Un trabajo que sale adelante sin problemas dentro de su ambición, gracias a la capacidad de la banda de envolver su propuesta con un aire novedoso y actual.
16. The Horrors
V
No hay canción mediocre, al contrario, los matices y experimentación que se desprenden de “V” lo hacen un álbum más que interesante. Mientras que la primera sección se inclina hacia sus orígenes, con dureza y fuerza industrial, en la que sigue hay una mezcla de pop clásico que hasta respira algunos toques techno, lo que lo clasifica como una propuesta de mucho potencial vanguardista, superando bastante su anterior entrega Luminous.
15. Sepultura
Machine Messiah
Uno de los que sorprendieron sin duda a principios de año. Los tiempos ralentizados de Sepultura hace rato que llaman la atención, pero también es Andreas Kisser quien se encarga de ello y que la banda suene en distintas direcciones. Violines, intensidad y búsqueda se nos aparecen de improviso en la épica “Phantom Self”, que sorprende dentro de los primeros tracks del disco. Hay que elogiar el trabajo y la energía que ha puesto en la última etapa de la banda el niño prodigio de los tarros Eloy Casagrande, un tipo que se ha involucrado muy bien con sus compañeros de 20 años más de ventaja y carrete metalero. Hay densidad brutal en cosas como ‘Alethea’ sorteando riffs y ritmos groove/death a diestra y siniestra, en tanto la genial ‘Iceberg Dances’ saca la cara inmensamente por el disco. Festival de solos infernales en la entrada para después sacudirte con cambios de ritmo, folclore propio de Brasil y arremetidas en teclados como si se tratara de la mejor banda progresiva. Un elocuente tema, pero muy raro para lo que le veníamos escuchando a Sepultura y ahí radica un poco de la propuesta interesante de esta placa.
14. Kreator
Gods of Violence
Los alemanes nunca han decepcionado. En los años ochenta construyeron los cimientos de su carrera con un letal thrash metal. En los años noventa Petrozza innovó la propuesta con el Groove, y el metal industrial también tiraría algunos trazos en el fondo de Kreator. En el nuevo milenio Kreator supo mezclar todas sus etapas y desde ‘Phantom Antichrist’ la veta melódica de la banda añadió nuevos bríos, que hacen de ‘Gods of Violence’ un nuevo disco primordial para su carrera.
13. Foo Fighters
Concrete & Gold
Dijo Grohl que sería una especie de “Sgt. Pepper” de The Beatles hecho por Motörhead o Slayer haciendo Pet Sounds de los Beach Boys (y vaya qué desbaratadas pueden sonar esas analogías), pero al escucharlo sí que pueden hacernos sentido. Es un disco bastante fácil de digerir (está bien, nunca se la han rebuscado tanto con eso tampoco). ‘Happy Ever After (Zero Hour)’ suena sesentera y beatlesca (cosecha McCartney) total, casi demasiado, pero no deja de ser un buen momento de relajo en el disco. Y si hablamos de McCartney es el propio ídolo de The Beatles quien participa y tocando la batería en la magnífica ‘Sunday Rain’ (y sí, otra vez, el tributo beatlemaníaco está claro).
12. At the Drive-In
Inter Alia
Luego de quitarnos cualquier inflación de expectativas de encima -esperando un nuevo Relationship of Command-, podemos sentarnos (o pararnos) a disfrutar Inter alia. ATDI sigue entregando descargas de energía como para echar a andar una fábrica. Pese a que 17 años no pasan en vano, la banda se las arregla para volver a ponerse dignamente el traje del post hardcore, después de escudriñar –grupal e individualmente- en el rock progresivo, el folk y el pop. Inter Alia deja con ganas de más, y eso nunca puede ser malo.
11. The War on Drugs
A Deeper Understanding
La frescura de su sonido y la intensidad de lo que transmiten las letras, son el manifiesto de la fuerza de uno de los mejores discos del año. La invitación de “A Deeper Understanding” fue caminar por esa fina línea que divide belleza de dolor, con el apoyo de una absoluta fluidez lírica, de voces, de guitarras y pianos, todos a disposición de la lucidez de Adam Granduciel, quien subraya una obra plena y creativa.