Napalm Death en Chile: una extrema guerra contra la desunión

Napalm Death en Chile: una extrema guerra contra la desunión

Con recinto lleno el grupo inglés dió uno de sus conciertos más devastadores en suelo nacional

Fotografías por Francisco Aguilar

Después de varias visitas como parte de algún festival, los padres del grindcore Napalm Death al fin tuvieron una noche en donde fueron el plato principal, y los fanáticos locales no tuvieron ningún reparo en mostrar su dicha. Ni el calor, ni el aire viciado, ni las riñas al interior del Teatro Cariola detuvieron una de las presentaciones más crudas ocurridas durante lo que va del 2024, y de la cual posiblemente ningún asistente olvidará. Aunque pareciera que los segundos cabeza de cartel de la noche Lucifer estuvieran a una distancia notable dentro del estilo al cual fue convocada la velada, los asistentes les brindaron una cálida acogida y muchos corearon cada uno de los éxitos que venían a presentar, más nuevos hits de su último disco «Lucifer V» en actual promoción.

A las 17.30 salen a escena Eskröta, banda brasileña comandada por mujeres quienes en su primera visita a Chile eran las encargadas de iniciar la extrema noche. Con una propuesta crossover/thrash feminista y antifascista, las lideradas por Ya Amaral dieron un potente show cargado de velocidad y cine de horror. El repaso de canciones de su Ep «T3rror» y un cover a los históricos Sepultura con ‘Troops of Doom’ fueron suficiente para ganarse al público asistente, y dejar el camino cimentado a lo que vendría posteriormente.

Dentro de la diversidad de procedencias los dos grupos nacionales Demoniac y Gangrena mostraron que no todo Santiago es Chile, y que en el sur del país hay un histórico nicho del cual han emergido importantes grupos de la escena. Demoniac, de Limache al mundo – recién retornando de haber tenido una celebrada visita al festival Hellsinski y adquirir el reconocimiento como la primera banda nacional en llegar a dicha cartera-, ofrece un setlist en donde remarca principalmente su último LP titulado «Nube Negra» del 2023. Destaca la jornada una pieza de tíntes blackened thrash con la presencia de clarinetes por Javier Ortiz titulada «Granada», la que marca una interesante experimentación dentro de las posibilidades del género, que al parecer aún tienen horizontes que explorar.

Gangrena, banda procedente de Chillán, dió cátedra en torno al death metal. Revisando temas de toda su discografía, y apelando siempre a la experiencia, los liderados por Francisco «Conejo» Meriño no tuvieron mayores percances en conectar con los asistentes. Con su último disco titulado «Oscuro Tormento» del 2020 y con canciones como «Vomitando insectos» fácilmente reconocidas por el público, el cuarteto aprovechó el tiempo para seguir cocinando el fulgor que explotaría posteriormente al final de la jornada.

A las 20.30 los alemanes Lucifer comienzan a impregnar el teatro de su sonido doom y stoner con una presentación pulcra y dinámica. Aunque el recinto no ayudaba mucho en el sonido, Johanna Platow Andersson y compañía lograron sortear bien aquellos elementos compartiendo su propuesta contemporánea que rescata lo mejor del heavy metal de los años 70. De hecho, la indumentaria hippie le hacía justicia a la música, propia de propuestas provenientes del sonido de Black Sabbath y Pentagram. Canciones como «Crucifix», «Midnight Phantom», «Fallen Angel», «California Son» y «Reaper on your heels» fueron cantadas a todo pulmón y dejaron conformes a los asistentes en la segunda visita del quinteto al país. También sonó bien el cover a «She’s So Heavy» de The Beatles.

Finalmente, los grandes esperados salieron a brindar un concierto de poco más de una hora y quince minutos de duración en donde la intensidad y el frenesí eran la tónica. Sin muchos descansos, pero siempre fiel a transmitir un mensaje político contingente, los ingleses con al rededor de cuarenta años de trayectoria no han perdido la energía ni convicciones que mantienen desde sus orígenes. Mark «Barney» Greenway se encargó de dejarlo claro, haciendo guiños a protestas sociales en Chile, la inagotable lucha contra a discriminación y apelando al cuidado y la fraternidad. «No sexismo, no homofobia y no transfobia» fueron enunciados por Greenway en un practicado español, recordándonos que se pueden fomentar luchas políticas y sociales a través de la música. 

La banda recorrió principalmente canciones de su último disco del 2020 «Throes of Joy in the Jaws of Defeatism» y del clásico «Scum» del ’86, pero segmentos de toda su discografía se hicieron presentes. «From Eslavement to Obliteration», «Taste The poison», «Continuing the War on Stupidity», «Resentment Always Simmers», «Amoral», «It’s A M.A.N.S World!» son algunas del segmento inicial, que tenían al público haciendo infernales mosh pits y haciendo headbanging sin parar. La infaltable bengala salió en «If The Truth be Know», canción que no consignaba en el setlist pero fue reconocida inmediatamente por los más acérrimos seguidores del cuarteto. 

El bajista Shane Embury se veía complacido con la acogida, y no escatimó en compartir sus agradecimientos presencialmente y luego por sus redes sociales. El segmento final, en donde las piezas cortas «Your Suffer» y «Dead» salieron a ser relucidas, fue sin duda el que más fervor generó. La pieza antifascista «Nazi Punks Fuck Off» de los Dead Kennedys, «Instinct of Survival» y «Contemptuous» finalizaron la vertiginosa noche, en donde se veía a todas y todos los asistentes satisfechos. «Amor y paz» fueron las últimas palabras de Greenway, dando un nuevo paso en la guerra que el grupo y mucha gente ha mantenido contra la desunión en los tiempos actuales.

Rodolfo Galleguillos

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