El dúo de cracks del rock alternativo británico está de regreso Tras el lanzamiento de…
Royal Blood-Typhoons (2021)
Warner Music UK, 2021
Cuando Royal Blood lanzó su álbum debut en 2014, la prensa los elevó como las nuevas estrellas símbolo del stoner áspero, inspirado en un blues adornado con un sello: los fantásticos riffs de Mike Kerr. Pero en lugar de ir a lo seguro, el dúo de Brighton se siguió arriesgando y en Typhoons, su nueva producción, sacaron su lado groove adormecido y desencadenan un vendaval de emociones, tal cual lo hicieran en su primer trabajo. No solo es un sonido nuevo y fresco, sino que las letras son mucho más personales. De esta manera, el dúo sobrevive abriendo la puerta a la influencia del dance y dejando caer su aprecio y admiración por Daft Punk, Cassius y otros.
Esa nueva orientación, que renueva su blues/stoner, es evidente en el single ‘Trouble’s Coming’, el que sobresale por su riff sintético y que presenta a Mike Kerr hablando de dejar salir sus demonios. El tema de entrada es una buena combinación de riffs sucios con grandes ritmos disco. La influencia de Daft Punk se aprecia en ‘Million and One’, con sus pegadizos riffs de sintetizador y su sonido electrónico, mientras que ‘Boilermaker’ es un punto culminante y llena las expectativas con pura arrogancia y un ritmo muy sensual; casi casi que se confunde con aquellas buenas canciones del Villains, de QOTSA.
El pesado ‘Who Needs Friends’, junto con ‘Oblivion’, son advertencias sobre la vida irreflexiva, mientras que ‘Either You Want It’ trae un aire a Tame Impala. ‘Mad Visions’, el single homónimo y ‘Hold On’, hacen escuchar a Kerr recordándose a sí mismo que debe seguir siendo fuerte, a pesar de que todo esté en contra. El cambio musical se siente orgánico, bien equilibrado entre ambos mundos, aunque detrás de las brillantes teclas disco y los logrados riffs, está la historia oscura de Kerr lidiando con sus traumas.
Escuchar Typhoons es un redescubrimiento de una muy buena propuesta de este tiempo, como lo es Royal Blood. En cada tema muestran su stoner de nacimiento, pero añadiéndole su nueva dirección inspirada en la pista de baile. Las canciones son distintas y tienen propia vida, lo que lo vuelve un trabajo vibrante que demuestra el carácter del dúo, junto con enseñar una disposición a ser más de lo que los creíamos capaces.