Sin miedo de su pasado: el retorno de Sepultura
El regreso de Sepultura se enmarca en la promoción de Machine Messiah, su nuevo álbum de estudio, y el octavo que editan con Derrick Green, su vocalista de los últimos 19 años. Hay que precisarlo ya que si bien, la época de gloria y reconocimiento de Sepultura corresponde a sus primeros seis discos, periodo en que la banda tránsito del death al thrash metal para luego terminar en el Groove más la incipiente mezcla de sonidos Nu metal que acuñaron en Roots (1996). La banda de Andreas Kisser y Paulo Jr (los dos integrantes más antiguos) ya tienen a cuestas una identidad que marcaron desde Against (1998).
Desde el mencionado Against Sepultura acuñó en sus discos un marcado sonido thrashcore, no al estilo de un veloz D.R.I, sino enfocado en bandas clásicas del hardcore americano como Sick of It All o Earth Crisis, influencias que hábilmente mezclaron con el sonido folclórico que la banda comenzó a experimentar en Chaos A.D (1993). Potenciando además la voz de Derrick Green al estilo que la banda decidió amasar desde la salida de Max Cavalera. Esta apuesta aguerrida y directa de Sepultura se percibe en Roorback (2003) y Dante XXI (2006) dos discos que quizás en algunos años –como le ha ocurrido a otros discos despechados de bandas iconos; Load o Swansong– tomen la connotación que merecen. Curiosamente siendo 2017, la banda aun tenga que luchar contra la reputación que construyeron en su primer periodo, siendo que en los últimos 19 años se han mantenido en el concierto internacional con discos que en ningún momento han tratado imitar lo realizado por la banda en Arise o Roots.
Desde ese enfoque la banda desarrolló un identidad que hábilmente la distanció del tremendo legado que construyeron para el death/thrash metal en los años 80’. Si bien durante la década pasada no se acoplaron a algunos sonidos de moda en el metal, en sus últimos discos la banda ha preferido mantener una estructura en su sonido, pero que en algún momento goza de innovación y apuesta para una banda muy arraigada al metal tradicional. Iceberg Dances, de Machine Messiah es un instrumental en el que Kisser y Eloy Casagrande llevan la música de Sepultura a terrenos del rock progresivo dándole un matiz a la banda quizá inesperado. Esa es la banda que viene a promocionar Machine Messiah, una que nunca se cansa de innovar y que construyó su presente sin miedo de mirar su glorioso pasado.
Recuerda que la banda se presentará el Sábado 21 de octubre en el teatro Cariola junto a las bandas nacionales Nadsat y Dezaztre Natural.
Venta de entradas: Puntoticket.com