Slayer en Maquinaria Chile 2012: Un crimen perfecto

Sábado 10 de noviembre 2012, Club de Campo Las Vizcachas

Alrededor de las 21.08 y cuando ya la noche caía en el Club de Campo Las Vizcachas llega la hora de uno de los números más potentes y esperados de la jornada de sábado de Maquinaria: Slayer, una banda que es muy querida por estos lados y que se dejó caer con una de las más brutales performances no tan sólo de Maquinaria, sino de lo que podría ser en cuanto a shows de metal hasta la fecha en nuestro país.

Lo dejaron claro desde un principio abriendo con ‘World Painted Blood’, canción que sigue siendo de su repertorio actual a modo de promoción de su último disco de estudio del mismo nombre. (pese a que ya data de 2009).

El mosh que se desató en la parte inmediatamente frontal al escenario fue impresionante y muy fiel, a medida que pasaban las canciones seguía gestándose y a ratos más intenso que nunca, inclusive hasta el final. La verdad es que no hay tema de Slayer que no de para un mosh, pero el constante movimiento en más de una hora de espectáculo en un show de este calibre digamos que es un desgaste físico casi heroico.

Tom Araya tuvo la interacción casi tan precisa como todo lo que fue su show, en su mejor acento chileno nos saludó con un cómico: “¿Cómo están?, todo el día en el sol…¿Están medios loquitos? ¿Están listos?? ” para luego dar paso a ‘War Ensemble’.

La simetría perfecta entre estos cuatro grandes del metal realmente dio clase: Gary Holt, quien reemplazó a Jeff Hanneman hospitalizado luciéndose con sus solos al hueso, Kerry King aplicado al máximo al momento de riffear y para qué hablar del infartante sonido de batería que es obra y gracia del gran Dave Lombardo, un monstruo del instrumento y la percusión extrema con todas sus letras. Una de las más grandes virtudes de Slayer es tocar con una rápidez abismante, y hacer eso en vivo prácticamente al pie de la letra de lo que es el sonido de sus discos de estudio verdaderamente si que es una hazaña, y así tal cual fue lo que pasó anoche.

Las temibles ‘Die By the Sword’, ‘Chemical Warfare’ y ‘Hate Worldwide’ sucederían, no dando ninguna especie de tregua. Acto seguido Araya anuncia “esta canción habla sobre la libertad” para darle el paso a ‘Mandatory Suicide’. El trabajo de Araya también por supuesto estuvo a la altura de toda circunstancia, llevar ese  ritmo de la banda, tocar el bajo y cantar al mismo tiempo y de la forma que lo hace y con el high speed de Slayer es notable.

La brutalidad continúa con clásicos como ‘Altar of Sacrifice’ y ‘Jesus Saves’, en este caso el show muy decantado hacia temas de sus viejos discos, lo cual fue claramente bien recibido por la mayoría de sus fans. ‘Seasons in the Abyss’ fue otro buen momento y coreada a todo pulmón. ‘Hell Awaits’ despertó hasta la nostalgia en muchos además, le siguieron otras dos bestiales como ‘Postmortem’ y ‘Snuff’.

Antes de emprender la primera retirada llega uno de los momentos clave del show: un clásico de excelencia como ‘Angel of Death’ que categóricamente devastó a todo ese público metalero (o incluso no tanto) pero que se vio completamente alucinado ante lo que se estaba presenciando, fue casi perfecta, una bomba de perfección sonora.

Nos atrevemos a decir que lo mejor llegó en su parte final, la banda despachándose  dos clásicos infernales de ese gran álbum de 1988 llamado “South of  Heaven”, primero la misma que da  nombre al disco y luego ‘Silent Scream’, que quizá en la memoria colectiva suenan a una dupleta infalible, donde una es casi un complemento de la otra, dos canciones que pegadas funcionan drásticamente bien. Lombardo  hacia el final dando clases de como se puede ser diestro sobre una batería y apoyado más aún con su proyección a través de las pantallas gigantes.

La siniestra ‘Raining Blood’ sella en un show casi redondo, realmente un show asesino. Si pudieramos definir a alguna banda que representa lo que es la actitud brutal misma de la música extrema y que puede llevar eso en vivo a cabalidad esa es Slayer, una banda que con el paso de los años no ha hecho más que perfeccionarse aún más y más, y que entrega una inyección de adrenalina realmente gigantesca.

Sin duda de lo mejor de Maquinaria en su primera jornada, aunque tratáramos de buscarle algún punto bajo a su presentación, la verdad, es que se nos hace  imposible encontrarlo.

Patricio Avendaño R.

Setlist:

Encore: