The Smashing Pumpkins en Fauna Primavera 2024: la esencia de sus mejores años

The Smashing Pumpkins en Fauna Primavera 2024: la esencia de sus mejores años

Fotos cortesía de Lotus

Se había anunciado y esperado desde hace meses, por lo que el retorno de las calabazas era un imperdible del cartel 2024 de Fauna Primavera. Una formación renovada (pero que rescata el núcleo original Corgan, Iha y Chamberlin) que incluye, nuevamente, a una mujer en sus filas con la llegada de Kiki Wong en las seis cuerdas, y un nuevo álbum («Aghori Mori Mei») que rescata los inicios más pesados del grupo, eran razones de peso para decir presente y disfrutar las dos horas de show prometidas por los oriundos de Chicago.

Una intro de sintetizadores que de a poco iba ganando fuerza y luces magenta inundaban de a pocoel Banco de Chile Stage a medida que la banda se posicionaba en el escenario. De pronto, una luz verde oscuro aparece y se escuchan los primeros riffs de «The Everlasting Gaze» que desataron la locura en el público, que a esa altura, ya estaba agolpado frente a los Pumpkins. La banda estaba sonando potente, y continuaron usando esa energía en «Doomsday Clock» y el primer cover de la noche, con «Zoo Station» de U2.

Es evidente lo bien que le ha hecho a Corgan el volver a tocar con sus compañeros de banda y los nuevos miembros de la banda; puede verse contento, enérgico y con un control sobre su voz e instrumento que comprueban por qué es una de las figuras más relevantes del rock moderno. «Today» sería sólo una parte de una seguidilla de clásicos que estarían por llegar durante la noche, provocando la emoción de varios asistentes. Dicha emoción se mantendría durante «Tonight, Tonight», para luego retomar un poco de fuerza con «Beguiled».

Billy se sacó su guitarra y comenzó a sonar la indispensable pieza electrónica que marcó «Adore» hace ya casi 30 años. Una performática versión de «Ava Adore» llegaría con el músico circulando por el escenario y acercándose a sus bordes para conectar con el público y rematarlo con una sentida versión de «Disarm». Luego, vendría una breve sección acústica con sólo Corgan en el escenario, interpretando «Landslide» y «Shine On, Harvest Moon» de Fletwood Mac y Ruth Etting.

Se notan los años y la experiencia de la banda en su show, que a pesar de tener una pauta, saben controlar y otorgarle un flujo de naturalidad que hace disfrurarlo y conectar con los músicos por medio de sus interacciones. «Mayonaise» y «Bullet With Butterfly Wings» ya se coronan como clásicos no sólo de su generación, sino que del rock atemporal. «Empires», «Perfect» y «Sighommi» marcaban un cruce entre lo viejo y lo actual, mostrando la evolución que ha tenido la banda.

La recta final del concierto dejaría algunas de las canciones que fueron acompañadas con mayor fuerza y entusiasmo por el público. ¿Y cómo podría haber sido de otra forma? Si «Mellon Collie And The Infinite Sadness» pasó a la historia como uno de los discos indispensables del género, dejando una marca imborrable. «1979» y «Jellybelly» brillaron siendo coreadas al unísono junto a la banda. Se sumó «Gossamer» y sirvió de puente para hacer explorar todo con «Cherub Rock», himno que se encargó de poner en el mapa a la banda en sus inicios. Finalmente, el riff vomitivo y crudo de «Zero» detonó la energía del público y fue el broche de oro que se encargó de cerrar una presentación redonda, donde la emoción y fuerza compartida entre banda y público fueron protagonistas.

Puede que esta presentación sea recordada como una de las mejores del grupo en nuestro país. Y da gusto ver que, después de años inciertos, se ha vuelvo a reactivar esa llama que caracterizó a los liderados por Corgan en los noventas, pero que además, presenta nuevas posibilidades creativas que tienen la misma calidad y fuerza de antaño.

Javier Bravo

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