10 años de La Renga en Chile: Una relación íntima
Una noche inolvidable fue la que ayer nos brindaron los argentinos de La Renga en el marco de la conmemoración de los 10 años que han transcurrido desde la primera vez que pisaron suelo chileno para ofrecernos un show. Para la ocasión, el Teatro Caupolicán era el escenario perfecto para transformar el lugar en una caldera, donde toda la fuerza de la banda se concentrara y los asistentes pudieran disfrutar de un show increíble, independiente de verlo desde cancha o galería.
El ambiente se tornaba cada vez más ferviente en la medida en que se sucedían los grandes clásicos del rock, cortesía de RATM, Iron Maiden, Guns N’ Roses, entre otros. Sonando a todo volumen y coreados por los casi 7.000 fanáticos que precalentaban las gargantas al ritmo de los emblemáticos cortes.
21:30 hrs en punto y las luces desaparecen, el público ruge de felicidad, aparece Tanque en escena y acto seguido Tete y Chizo. La algarabía desborda el teatro, y de golpe, abren los fuegos con ‘Panic Show’ desatando con furia la fuerza contenida de un público que colmaba y desbordaba el lugar. Luego de la apertura, prosiguieron con ‘A tu lado’, también otro reconocidísimo tema de La Renga que fue coreado a todo pulmón por la fanaticada local, la que a estas alturas, y recién comenzando el espectáculo, hacía sentir a la banda como si fueran de la casa, cosa que Tete lo demostró todo el show con constantes muestras de agradecimiento hacia el público.
El recital avanzaba y La Renga daba algunas muestras de su nuevo álbum, así como el antecesor, canciones como ‘Canibalismo galáctico’, ‘Algún rayo’, pero mezclados con alguno de sus cortes anteriores como ‘El twist del pibe’, ‘Tripa y corazón’. Poco a poco se iba acrecentando el hermoso lazo que une a los trasandinos con nuestro público, vínculo que tiene tintes de romance, romance que queda claro que perdurará durante largos años, de seguro. Después de ‘Poder’ comienza una sesión acústica interpretada a dos guitarras, cajón peruano, y vientos. El show baja un poco la intensidad de los primeros temas, pero la respuesta del público se mantiene firme, y mientras se suceden ‘El rey de la triste felicidad’, ‘Dioses de terciopelo’, ‘Llenado de llorar’, ‘En el baldío, y ‘Voy a bailar a la nave del olvido’ en este interludio acústico, nos comenzamos a preparar para la tercera parte del show.
Entramos a esta tercera parte con el retumbante bombo de Tanque, la guitarra de Chizo sonando tan afilada como el zumbido de una abeja, y Tete transformando todo en una arenga interminable con sus constantes cara a cara con las primeras filas de la cancha y la galería y sus saltos desde la tarima de la batería. Ya a estas alturas, La Renga tira toda la carne a la parrilla, el desfile de clásicos de la banda daba la impresión como si fuesen a derribar las murallas del teatro de tanta fuerza y algarabía de parte del público.
La gente no descansaba y coreaba a gritos ‘Despedazado por mil partes’, ‘Arte infernal’, ‘Al que ha sangrado’, ‘Lo frágil de la locura’ y ‘La razón que te femora’. Estas dos últimas se sintieron particularmente fuertes, quizás anticipando lo que sin saber, vendría. A estas alturas, el público no estaba para relajos y la adrenalina no descendería por un buen rato, ya que la retirada de la banda y su posterior vuelta desatarían quizás el momento clímax de toda la noche: el encore, que estuvo encabezado por ‘El revelde’, coreado por el público dejando claro que no pretendían irse; luego ‘Psylocibe mexicana’, para posteriormente desatar la locura colectiva con ‘Al final es en donde partí’. Creo que fue acá donde realmente la banda deja el alma en la escena y el público lo capta, lo valora y lo premia con un increíble coro y saltos constantes a lo largo de toda la canción.
El remate del show, como es tradición, lo hacen con ‘Hablando de la libertad’. El himno de la banda, coreado y gritado a todo pulmón por Tete al frente de sus fans e instándolos a seguirlo por todo el frente de la cancha, mientras Chizo hacia lo suyo cantando a capela y oyendo al público corear la canción.
Nuevamente La Renga nos regala una lección de cómo se toca rocanrol en vivo, con un sonido perfecto de principio a fin y con un nivel de entrega que no sólo lo da la banda, sino que es algo propio, íntimo y esencial de lo que es La Renga, el rock y su significado para cada uno de los 7.000 que ayer repletaron el teatro. Punto aparte es la posible edición del concierto en DVD, motivados por la celebración, sería una excelente noticia para la fanaticada local. Esperamos que este romance, tal como lo dijo la banda, dure por miles y miles de años.
Gonzalo Duque G.
Fotos: Tania Venegas
Setlist:
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Panic Show
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A tu lado
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Canibalismo galáctico
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Tripa y corazón
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Almohada de piedra
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Motoralmaisangre
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Algún rayo
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Detonador de sueños
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Destino ciudad futura
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El twist del pibe
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Poder
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El rey de La triste felicidad
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Dioses de terciopelo
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Llenado de llorar
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En el baldío
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Voy a bailar a la nave del olvido
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Balada del diablo y la muerte
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Despedazado por mil partes
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Arte infernal
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Al que he sangrado
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Lo frágil de la locura
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La razón que te demora
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El revelde
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Psilocybe mexicana
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El final es en donde partí
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Hablando de la libertad