“1916”: el cambio de ambiente de Motörhead
WTG Records, 1991
Los lanzamientos no fueron muchos en segunda mitad de los 80’s, para el estándar periódico de Motörhead, enumerándose sólo Orgasmatron (1986) y Rock ‘N’ Roll (1987). Hubo que esperar a inicios de la siguiente década para que aparecieran con algo nuevo bajo el brazo; que calzó con la mudanza de la banda, de su natal Inglaterra hacia Los Ángeles. Según el incombustible Lemmy, fue porque la escena era muy ingrata en la isla; si llegaban a pestañear, pronto serían dejados de lado. Y nada más al desempacar, despacharon una 9ª entrega de muy buena factura: 1916, publicada el 26 de febrero de 1991. Producido por Ed Stasium, que venía de trabajar en el exitoso debut de Living Colour —Vivid (1988); pero a la mitad fue reemplazado por Peter Solley.
Pese a mantener el ADN de Motörhead, por supuesto, tomó un ribete radial; con un gancho que convirtió al disco en uno de los pocos que no fue calcado al resto del catálogo. El único single promocional, que se encomendó a la batería primigenia para el inicio de The One to Sing the Blues —cosa que a la larga Lemmy enseñó que podía hacer del mejor modo. I’m So Bad (Baby I Don’t Care) que pisa el acelerador, mostrando esa faceta descarada que consigue sacar una sonrisa. La vibra llena de groove en No Voices in the Sky, para hacerle un guiño al gigante sudamericano en la fugaz Going to Brazil —visitado en marzo de 1989; y que se transformó en una de las favoritas en concierto.
Se entra en aguas profundas de la mano de Nightmare/The Dreamtime —con cierta reminiscencia al tema Orgasmatron; y la sentida balada a la Kilmister que es Love Me Forever. La taquillera Angel City, que le rinde homenaje al nuevo hogar de la agrupación, para subir el volumen en Make My Day, R.A.M.O.N.E.S. —sacándose el sombrero frente a la icónica banda punk; y Shut You Down. El cierre queda a cargo de la canción homónima, 1916, de tono recogedor que incluso tuvo un violonchelo; cuyo título hace referencia a la Batalla de Somme, en específico a las incontables miles de bajas inglesas, parte de la Primera Guerra Mundial —y por ello la portada incluye como siempre a Snaggletooth, en aquella oportunidad con casco militar, delante de las banderas de la Triple Alianza y las Potencias Centrales.
Una de las mejores muestras del periodo en que Motörhead funcionó como cuarteto —1985-95; sacándole chispas a la dupla de guitarras encomendadas a Phil Campbell y Würzel. Como así contando de nuevo con el baterista original, Phil “Philthy Animal” Taylor, en su segundo y último retorno —que se prolongó entre 1987-92. 1916 hizo que, desde allí en adelante, volviesen a estar ocupados; facturando material como siempre a la altura de la situación —y pronto en su clásico formato de power trio, como lo fueron en su primera etapa.