20 discazos que cumplen 20 años: Los mejores discos de 1995 (Segunda Parte)
La segunda tirada, los diez imprescindibles que faltaban de los 20 que nos dejaron enamorados para siempre desde 1995.
Foo Fighters-Foo Fighters
Este año también se cumplen 20 años del debut de Foo Fighters, ese disco que inclusive alcanzó a ser escuchado y “supervisado” en algunos pedazos por Kurt Cobain, quizá no era la transición ideal o la reinvención precisa para los fans de Nirvana, pero las canciones con melodía y los riffs punketas acá estaban a la orden del día, esa pistola de su portada quizá ni sabría que iba a terminar disparando tanto hasta el día de hoy.
Fiskales Ad-Hok -Traga
Acá en Chile la movida punk en 1995 estaba completamente desatada. Eran los años de las violentas tocatas, los slam, pogos y mosh totales. Fiskales fueron unos grandes del surgimiento de esta escena con dos discazos, pero el “Traga” de 1995 reafirmó eso y mucho más. ‘Eugenia’, ‘No estar Aquí’, ‘Carlitos Jesús’ son unos himnos de protesta emocionantes, de sed de ajusticiamiento y conciencia social totalmente vigentes hoy en día. ¡Un clásico!
Silverchair-Frogstomp
El post-grunge en 1995 estaba viendo sus primeros días, y esta vez desde muy lejos de Seattle, desde Merewether, Australia aparecían estos adolescentes que se despachaban un debut grandioso, con temas con un filo en sus guitarras tremendo y un nivel de composición como de banda experta en la materia. ‘Tomorrow’ fue un suceso, pero hubo otras joyas ahí como ‘Pure Massacre’, ‘Shade’, ‘Leave Me Out’ que contaban con el agregado increíble de la voz del rubio Daniel Johns (quien anda en voladas soul por estos días).
Sonic Youth- Washing Machine
Sonic Youth ya habían demostrado que eran grandes y que podían sonar totalmente experimentales y noise, pero al mismo tiempo mainstream, sus anteriores “Goo”, “Dirty” y “Experimental Jet Set, Trash and No Star» lo dejaban claro, pero el ‘Washing Machine’ tiene una mística y dinámica distinta, hay una intención acústica notable y una oscuridad y algo de siniestro y cándido al mismo tiempo. ‘Becuz’, la adorable ‘Little Trouble Girl’ y ‘No Queen Blues’ eran parte de un disco prácticamente sin puntos bajos.
Fear Factory- Demanufacture
Un disco devastador de principio a fin. Fear Factory no le había dado al clavo con sus primeros pasos discográficos, pero la inmensa artillería de máquinas y guitarras con un rico concepto detrás inspirado en la batalla entre humanos y la tecnología llamado “Demanufacture” logró volarnos toda la cabeza; riffs asesinos como en ‘Dog Day Sunrise’ o la implacable ‘Replica’ nos dejaron uno de los mejores del año del industrial que gozaba de muy buena salud esos años con bandas como NIN, Ministry y Prong además.
Neil Young & Pearl Jam- Mirror Ball
Quizá una de las mejores ideas del rock fue unir a Neil Young y Pearl Jam en un solo disco, como dando cuenta de la transición necesaria. El llamado “abuelo del grunge” más que nunca hacía honor a su apodo al editar “Mirror Ball” un disco lleno de composiciones magistrales, que fueron hechas por el maestro canadiense pero que en el estudio PJ se preocupó de inyectarle las dosis letales de ruidos, feedbacks y estridencia necesarias. Un disco preciso para entender de donde vienen las raíces del grunge y rock alternativo.
The Smashing Pumpkins- Mellon Collie & The Infinite Sadness
Los Smashing Pumpkins se anotaron en 1995 con uno de los mejores discos dobles de todos los tiempos, la melancolía y la infinita tristeza fue un disco que vio nacer uno de los momentos más brillantes de Billy Corgan, un disco muy pesado cuando quiso serlo: ‘Bullets with Butterfly Wings’, ‘Zero’ , ‘XYU’, ‘Where Boys Fear to Tread’ eran temas para el desorden y el headbanging, mientras las adorables ‘1979’ o ‘Cupid de Locke’ nos regalaban esta otra parte de los Pumpkins que tan bien saben, canciones de corte melódico, artísticas, soñadoras. Estuvo bien la entrega doble, hasta el día de hoy pareciera que no hay canción sobrante de aquel disco. Lamentablemente, una hazaña que la banda jamás ha podido superar.
Blur- The Great Escape
Si en la primera parte mostramos el “(What’s the Story) Morning Glory?” de Oasis no podíamos ser menos con su contraparte y archirrivales de la época Blur y un gran disco que lograba superar la barra auto impuesta de Parklife, el gran escape de Blur trajo buenos dividendos y grandes singles, la épica de ‘Country House’ es totalmente coreable hasta el día de hoy, y la sombría ‘The Universal’ nos mostraba una faceta de banda clásica, experimentada. Con una letra ambigua y una estética en el video inspirada en el cine de Stanley Kubrick, el payaseo de ‘Charmless Man’ y los experimentos en las cuerdas que proclamaban a Graham Coxon como uno de los visionarios de esos días hicieron de él uno de los mejores discos de Inglaterra de ese año (y de la historia del brit).
Kyuss- …And the Circus Leaves Town
El stoner también tiene que decir en esta lista y con unos pioneros del estilo. El caso de “…And the Circus Leaves Town” de Kyuss era algo como venido de otro planeta, ese sonido grave nos hacía pensar que algo andaba mal con el bass de nuestros equipos, pero no, era la impronta sabathica y desértica que se apoderaba de nuestros oídos. Era un disco melódico, con marchas de guitarras lisérgicas, inspirado totalmente en el sol, los cactus y el factor de que “en algún momento por aquí hubo algo, pero ahora está todo desierto” impregnado. Obra maestra.
PJ Harvey- To Bring You My Love
Con el “Rid of Me” (1993) ya nos había quedado claro el talento de Polly Jean, pero acá desmarcándose de su grupo, PJ por primera vez hace las cosas completamente sola, con la contribución solo de John Parish y Flood en la producción, a estas alturas históricos contribuyentes a la música llena de ingenio, de letras de poesía maldita y con una actitud tremenda muy influenciadas por Patti Smith, acá mucho más acentuado hacia el blues y raíces americanas, un experimento que resultó ser sorprendente.
Claramente hay muchos más, por ahí se nos queda el debut de Garbage, «Maxinquaye» de Tricky o el «Lucy» de Candlebox fuera, acá en Chile salía el «Mama Funk» de Los Tetas y el «Peces» de Lucybell! En fin, la lista podría haber sido de 40 perfectamente, la verdad es que 1995 fue otro año impresionante para la música, dejando claro que esa década en general fue primordial para el desarrollo del rock y pop hasta nuestros días. Hoy en día en Lollapalooza y festivales vemos demasiados artistas de talentos sorprendentes, pero también vemos en un gran porcentaje que el poder de inventiva de ellos está totalmente influenciado por el sonido que nos dejó esta década y estos discos.
Por Patricio Avendaño R.