25 años de «Showbiz»-Muse: Pensando en grande, desde las penumbras
«Esta es la atmósfera que queremos y no pondremos nada de computadoras» decía el entonces joven, delgado e hiperactivo Matt Bellamy ante el ambiente que se estaba creando en el estudio para el primer álbum de una banda que estaba preparada para hacer historia. Con John Leckie, uno de los más destacados productores que venía de crear escuela y tener la experiencia del trabajo en Pink Floyd, George Harrison, The Fall, Magazine y una nutrida gama de artistas. Un hombre visionario que no solo ayudó a la banda a tener un sonido distintivo, sino que también los educó musicalmente.
Fue «el disco de los gatos negros» , pues eran en las noches, a oscuras, cuando Leckie y la banda se retroalimentaban con respecto a lo que querían ofrecer. El infaltable Tom Waits, hombre que ha servido de influencias a tantos géneros musicales, no podía faltar en esos rituales auditivos en los Estudios Sawmill, en Cornualles, pero también Bellamy recuerda que «sonaba un montón de música rara» en esas sesiones en penumbras. Las tres mentes almacenaron más de 50 ideas de canciones para la selecta lista de 12 temas que terminó siendo un más que respetable debut, aunque aún no desarrollaban todo ese potencial que supo emplazar o intenbtar aprarse de igual a igual a los mismísimos Radiohead con una fuerza progresiva descomunal y de rock de estadios en sus siguientes años.
Un viejo y querido piano, sí, el de «Sunburn» y esa maravillosa intro tampoco pudo faltar en aquella pieza. La música sinfónica y las creaciones clásicas desde nicho estuvieron en la retina de Bellamy. Quizá «Showbiz» nunca fue tan ambicioso conceptualmente, pero si ya venía con aires de grandeza desde las orquestaciones de aquellos genios musicales que revoloteaban en su cabeza como Wagner, Beethoven o Mozart, sumado a la apertura musical del trío que el propio Leckie destacó, indicando que el líder estaba tocando estilos musicales que ni siquiera «conocía». Bellamy tocaba un blues en «Falling Down» y no lo sabía. Hacía ópera trágica en «Sunburn» y tampoco y desgarraba el alma como Nick Cave e Ian Curtis en cosas como «Unintented», «Cave» o la propia «Showbiz» y tampoco estaba muy al tanto en esos años de esas depresivas dinámicas creativas.
¿Es la música miserable una especie de consuelo perverso en un mundo cruel? «Todo lo que puedo decir es que parte de la música que escuchaba cuando era joven era como nuestro sonido», se encogía de hombros Matthew. «Ese material emocional profundo era lo que me hacía sentir bien porque alguien más ahí fuera estaba diciendo cosas iguales que yo». Eso fue «Showbiz», un grito desesperado, que solo empezaba a asomar la cabeza para una banda que desde las penumbras llegó a los reflectantes más ardientes y que terminó por conquistar el mundo.