2×1: «(I Can’t Get No) Satisfaction» The Rolling Stones vs. Devo
El más clásico de los clásicos de los Rolling Stones tiene un efecto hipnotizante, sin ser una canción absolutamente exigida desde el punto de vista técnico, y que tampoco coquetea mucho con el blues como varias canciones de esa época de las piedras rodantes, cuenta con ese riff que Keith Richards creó en un rato después de despertarse a mitad de la noche y que es simplemente cautivador.
Es extraño, para muchos es considerada la mejor canción de la historia del rock siendo que no es lo mejor que han compuesto los Stones, de hecho podríamos proponer mediante esta tribuna que esa denominación es un poco injusta para la cantidad de canciones de alta factura que ha compuesto la banda, aunque por otra parte mucho de esa adulación con el tema también tiene que ver con la letra transgresora de Mick Jagger; y lo que representó para él un poco el hastío de los sectores conservadores de la época, hecho que identificó a muchos jóvenes en los sesenta. Fue quizá uno de los puntos álgidos de la primera parte de su carrera y de paso lo que catalizó finalmente en 1965 su postura irreverente que también decantaría por considerarlos la contraparte de The Beatles, la supuesta banda «modelo», que cantaba canciones bonitas y que encantaba a todo tipo de público, aunque la historia que vendría de ahí en adelante también diría otra cosa para los de Liverpool.
Sea como sea, es el primer N° 1 de los Stones, y una canción que no nos cansamos de escuchar:
Para qué hablar de la cantidad de versiones que ha tenido esta canción, cuenta la anécdota que Los Jocker’s, banda nacional pionera en nuestro rock empezó a tocar la canción en 1966, antes que la versión de The Rolling Stones llegara a Chile incluso, una avivada que debe estar dentro de las más curiosas dentro de la historia del rock criollo. Por esos años se presentaron en el Festival de Viña teniendo que tocarla cinco veces a petición del público. Sí, leyó bien, cinco veces.
Pero la versión que verdaderamente sacudió al mundo por su originalidad y propia interpretación es la que realizó Devo, esta banda que surgió a finales de los setenta y que se convertiría en uno de los íconos del new wave. Ellos mezclaban su música con algo de punk, experimentaron bastante con la electrónica y de todas maneras lo que los caracterizó fue su puesta audiovisual y sus performances en vivo, dotadas con estas excéntricas vestimentas de basureros nucleares y con esa especie de casco que llevaban en la cabeza en forma de maceta, inspirados en las formas de las pirámides mayas.
Esta canción fue parte de Q: Are We Not Men? A: We Are Devo!, su primer largaduración de 1978 producido por el aclamado productor Brian Eno, que venía de hacer cosas interesantísimas con David Bowie por esos años.
Con ustedes los mal llamados «cabezas de macetero», Devo y su genial versión del clásico de los Stones, aunque este video fue antes de que apropiaran su «conexión» con Los Mayas estéticamente hablando.
Patricio Avendaño R.