2×1: «Pa pa pa» Los Prisioneros vs. Fiskales Ad-Hok
«Pa pa pa» de Los Prisioneros nace en un punto clave de su carrera, durante finales de los años ochenta y en un momento en que la dictadura militar de Augusto Pinochet ya estaba decayendo inevitablemente. De alguna forma este disco contuvo en muchos de sus temas mensajes protestas o barnizados con un poco de política, los cuales, combinados con la irreverencia y el humor de siempre, conjugaban en uno de los mejores híbridos para el rock de la época, y no tan sólo en Chile, sino que en toda Latinoamérica.
A veces da la impresión que Los Prisioneros fuera un grupo politizado mucho más de lo que parece, pero no es tan así y este disco quizá es el que más bordea ese lado y sin hacerlo de forma tan directa y brusca tampoco.
Y es de ahí de donde sale esta curiosa «Pa pa pa», casi como una parodia a «We Are the World», esta balada que reunió a estrellas de todo tipo del ámbito musical en una canción de paz y amor, el propio Jorge González en algún momento lo confirmó. Tiene esos punzantes versos que pinchan directamente contra el joven idealista o el tipo del espíritu hippie y del que profesa el discurso del amor y paz por todos lados. No es primera vez que Los Prisioneros «atacan» a este personaje de esta idiosincracia, aunque lo hacen de una forma que tiene -aunque muy sarcásticamente- una cuota de cariño también. Su versión original tenía esa fusión electrónica bien interesante, muy ochentera, influenciada de cosas como The Cars o Devo.
Cosa totalmente diferente ocurrió con la tremenda versión de los Fiskales Ad-Hok para su disco homónimo de 1993, un disco que quizá fue proporcionalmente hablando como «la Cultura de la basura» para Los Prisioneros, llegó en un momento preciso de su carrera y tuvo una repercusión similar.
Pero claramente Fiskales iba mucho más al hueso y directo en su mensaje y su música, quizá pudieron haber tomado una canción con más mensaje «contestatario» de Los Prisioneros, pero al fin y al cabo su elección no pudo haber estado más apropiada, una canción que en su propia lectura suena lisa y llanamente como un camión pasándote por encima, con todas sus letras. Álvaro España como siempre con una lucidez tremenda al momento de cantar, con la batería de Micky imparable, la ácida guitarra del Víbora y un bajo predominante de Roly.
Me quedo con la versión de los Fiskales! y se la dedico a todos los «artistas» sensibles…jajaja. Está buena la reseña!