Seguramente la generación que creció en los noventa pudo percatarse de la existencia de esta…
2×1: “Strange Ways” Kiss vs. Megadeth
Era 1974 y Kiss aún no pisaba fuerte; por el contrario, eran víctimas de las burlas de la crítica y, lamentablemente, la euforia que provocaban en sus shows no se reflejó en las ventas de su primer álbum. Rápidamente tuvieron que idear una salida, y para Ace Frehley ésta fue dedicarse a componer.
Del (excelente) material al que le dio autoría, la más notable es “Strange Ways”. De composición verdaderamente pesada, suena como un punto aparte dentro de “Hotter Than Hell”, mucho más energético que esta canción de aura lúgubre, que podría sugerir que el Spaceman se juntó con Tony Iommi para darle vida. Tiene un solo muy bueno, quizás el mejor de la carrera de Ace, y que fue grabado en una sola toma. Su guitarra, que iba camino a convertirse en una pistola llena de humo, añadió más profundidad a Kiss. La canción fue creada completamente por el guitarrista, desde la letra hasta los arreglos, pero curiosamente, no se atrevió a cantarla por un problema de seguridad en sus habilidades, o así lo recordó Gene Simmons en una entrevista para los 20 años del álbum. “Strange Ways” es una joya infravalorada en la discografía de Kiss, nunca tocada en vivo, pero revivida dos décadas después por Megadeth, banda que reconoce en los de Nueva York una piedra fundacional de su sonido, porque en ese rasgueo reconocemos los primeros destellos de lo que, diez años más tarde, conoceríamos como thrash metal.
Dave Mustaine grabó una versión de “Strange Ways” para el álbum tributo “Kiss My Ass: Classic Kiss Regrooved” (1994). Sin embargo, una de las historias señala que, finalmente, no hizo el corte por desacuerdos con Paul Stanley y Gene Simmons, quienes no querían una canción de Ace Frehley en ese disco. El intento permaneció inédito hasta que apareció en el recopilatorio “Warchest” (2007); en el proceso, Dave desempolvaba rarezas de su colección para remasterizar, y se topó con este experimento que sacaba a la luz un tema de gran musculatura, pero que Kiss siempre mantuvo escondido. En la propuesta de Megadeth, el sonido de la batería está remezclado y se aprecia con nitidez y reluce en su aceleración. El famoso solo de Frehley también dista del aire setentero de la original, y Mustaine le saca brillo otorgándole el mejor aura de guitarra metal de los 80’s.
La canción de 1974 tiene un sello que Megadeth casi no toca, es más, da la impresión que si se le baja un 0.75 de velocidad a la batería, tenemos la misma canción de Kiss pero mucho más producida, detalle que perjudicó a todo ese segundo disco de la banda del maquillaje. El ritmo lento y melancólico de la versión de Ace Frehley tiene más “maldad”, oscuridad, y una voz sucia de Peter Criss que dista del enojo ficticio que pretendió darle Mustaine a su cover, el cual queda un par de puntos debajo de una joya olvidada en la curva de crecimiento que tomaba Kiss en la medianía de los 70’s.