30 años de “Monster”: Cuando R.E.M. invocó a ese pequeño gran monstruo electrificado

30 años de “Monster”: Cuando R.E.M. invocó a ese pequeño gran monstruo electrificado

 

Quizá es una tónica que cada banda pueda tener su pequeño «monstruito» oculto. Ese disco que siempre cada banda quiere hacer pero que no fue muy buen entendido por sus fans. El propósito-intencionado o no- de titular «Monster» a este disco de 1994, quizá se pueda entender de esa manera. Un disco que no apelaba a tantas grandes melodías ultra trabajadas, melancolía ni ostinatos de cuerdas, pero donde la guitarra electrificada media noise y punzante, jugó un rol fundamental. A 30 años de su salida queremos seguir abrazando a este monstruo, pese a lo feo que se hizo o malentendido que fue en el momento en que se invocó.

La voz de Michael Stipe de enredaba con los feedbacks, reverberaciones de la guitarra y nos cantaba en tonos bajos y roncos sobre sexo, marketing, los ídolos de la radio, enamoramientos posesivos y la reinvención constante del ego. Con la misma frecuencia, su voz resonaba en sí misma o se lanzaba entre erupciones radiactivas de guitarra. Para los nuevos fanáticos de R.E.M., Monster no sonaba como nada que sonara en la radio, y ciertamente no sonaba como Automatic for the People de 1992. Sonaba como algo que tenía que ser devuelto al lugar de donde vino, pero que logró lo impensado. Trascender.

Algunas de las canciones de Monster son indiscutiblemente geniales. «Crush with Eyeliner» es una verdadera montaña rusa de electricidad constante y juegos vocales. «What The Frecuency, keneth» seguro es lo más vibrante y pegadizo del disco. «I Took Your Name» va por la misma senda de rebote y con intromisiones tan noise como lo harían los mismos Sonic Youth o Dinosaur Jr. por esos años. «Tongue», suena transmitida desde un salón de piano en la luna. (Durante el concierto de 1995 incluido en la reedición del disco por el 25.º aniversario, Stipe presenta “Tongue” diciendo que tiene “un poco de onda ‘Luscious Jackson, roller derby’”). “Let Me In”, escrita después del suicidio de quien fue amigo de Stipe, Kurt Cobain, es más fúnebre que casi cualquier cosa de la época más melodramática de los de Athens. y La gloria de «Bang And Blame» que usa este tritono adorable en el disco para dejar una de sus más brillantes obras cansinas y explosivas.

«Monster» permite que R.E.M, vaya incluso contra su propia historia, hacia formas más ruidosas, glam, oscuras y seductoras de rock’n’roll. Se alejaron de los clichés del punk, indie y el rock clásico que formaban el sonido enrevesado de sus contemporáneos grunge más jóvenes, buscando un estilo y una forma de interpretación más flexibles, más simple, pero no por eso menos jugada. Al día de hoy no solo son reconocidos como leyendas por «Everybody Hurts», «Losing My Religion», «Stand» o más, sino por también haber experimentado con monstruos y fórmulas musicales que se los antojaron en un momento que nadie lo esperaba.

Nacion Rock

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