El príncipe de las tinieblas quiso hacerse presente con el fenómeno del eclipse solar (El…
40 años de «Bark At The Moon»: El clásico de Ozzy aullándole a la luna
Ozzy ya había tenido una fructífera primera etapa con Randy Rhoads en la guitarra, logrando lo que realmente anhelaba en demasía: tener éxito desde el primer minuto en su carrera en solitario y pasar las penas tras el duro despido de Black Sabbath. Con fuerza, pasión, una Sharon Osbourne firme al mando de su carrera y grandes canciones el Príncipe de las Tinieblas lo logró.
Pero para su tercera placa tenía que lidiar con la pérdida: ese estúpido accidente aéreo que dejó sin vida a uno de los guitarristas más promisorios del heavy/hard rock ochentero, Randy Rhoads. Y aunque el trabajo en solitario de Ozzy inmediatamente posterior a Rhoads parece ser descartado y pasado por alto, las canciones de esta placa se han mantenido muy bien evadiendo el óxido del tiempo.
Fue un trabajo consistente el de la batería de Tommy Aldridge y muchos riffs y solos geniales de Jake E Lee. Es de suponer que una cosa que aleja a la gente de este álbum, y de los pocos álbumes que le siguen, es la producción. Definitivamente tiene esa vibra de metal convencional de los 80 en la producción, incluido ese gran sonido de batería reverberado que tanta gente hoy en día parece tomar como un «pero», así como el uso de sintetizadores y mucho procesamiento de voz y guitarra. Sin embargo, ninguna de esas cosas le resta valor a las canciones, que se sostienen por sí solas.
Perder a una figura eje de la calidad de Randy Rhoads fue un duro golpe para el equipo de Ozzy, encontrar uno del mismo nivel fue como encontrar una aguja en un pajar o ganarse la lotería a primera apuesta. Si eso no fue posible, Madman estuvo cerca, Jake E. Lee (ex-Rough Cutt y uno de los fundadores de Ratt) tiene el llamado don. Bark At The Moon disfrutó de lo más accesible, dejando el clasicismo de lado. Los teclados de Don Airey ahora sí que dieron fuerza, ya que en el anterior tenía su nombre acreditado y ni siquiera tocó mucho.
Ozzy y su transformación a Hombre Lobo aulló con todas sus fuerzas en el tema que titulaba el disco. Jack E Lee se muestra al servicio y deja como sello uno de sus mejores solos. Los teclados de rock AOR y el bajo sin trastes hicieron girar las ruedas en «You’re No Different». El monumental riff de “Now You See It (Now You Don’t)” marcó una generación junto con la gran “Rock ‘n’ Roll Rebel” y su fantástico estribillo. «So Tired» es cuando realmente escuchamos falsetes conmovedores de la leyenda viviente. La falta de perfección en cuanto a la afinación se vio compensada por un timbre inmejorable. Un álbum hecho por y para fanáticos.