Adiós Wes Craven: El amo de la Pesadilla que revolucionó los noventa
La lamentable muerte de Wes Craven ha desempolvado todos los recuerdos de quienes crecieron, principalmente, con la figura perturbadora del dueño de tus peores pesadillas de la infancia: Freddy Krueger.
Para la generación crecida en los noventa, este maestro y esta saga se ha convertido en un referente total, el cine de terror nunca había sido tan bien encarnado con este siniestro personaje- muy taquillero al mismo tiempo- que se metía en tus sueños para darte la peor de tus pesadillas, armado junto con esa garra destruye-entrañas tan característica y acomodado en esa temible caldera infernal de donde provenía, pilares que albergaban todo su mundo de llamas y fuego al que quería someter a los descendientes de sus verdugos, los adolescentes de la época que ni siquiera fueron advertidos de su historia.
Su rostro quemado era horroroso, pero generaba cierta cuota de simpatía, Freddy adornaba piezas en esa época con sendos posters, creando un merchandising enorme, máscaras o su sombrero y ese ya clásico chaleco a rayas negras y rojas todo roñoso que más de alguna oportunidad impusieron moda, Freddy al mismo tiempo tenía su terrorífico sentido del humor y algunas debilidades, lo que no lo hacían tan intocable, pero eso sí, tenía el poder de aparecer una y otra vez y desde las cenizas si era necesario para hacerte arder en su miserable infierno.
La invención de Craven se convirtió rápidamente en una estrella del cine que se inmortalizó como un referente dentro del género del horror, y cuya semilla germina hasta el día de hoy en las propuestas de jóvenes directores. Por las 8 “Pesadillas” pasaron muchos cantantes y bandas de rock que colaboraron con su música para animar las andanzas de Freddy.
Este genio hizo muchas cosas más, pero el personaje que cedió a Robert Englund sin duda es algo que fue importantísimo para la cultura popular de los noventa, tan así que el actor se encarnó a sí mismo en la séptima de las Pesadillas.
“Pesadilla en Elm Street 3” no es de las mejores de la saga, y no por guion, pero sí por una dosis de infantilismo en los personajes, sin embargo, si hay algo que destacar dentro del film es el temazo de la banda Dokken “Dream Warriors”, que pertenece al álbum Back for the Attack (1987) y que se lanzó como single un año antes exclusivamente para acompañar la película.
Un humilde recuerdo y homenaje al verdadero amo de nuestras pesadillas noventeras.
Por Macarena Polanco G.