Ahora sí: Pantera, adiós para siempre
Fueron 14 años fantásticos, en los que vendieron 40 millones de discos y sellaron, con endemoniada velocidad y letras devastadoras, una marca que ni la pobreza del ser humano ha podido siquiera tocar: Esa marca se llama PANTERA.
Tras la terrible muerte de Dimebag Darrell, los otros integrantes de la banda se distanciaron. Nunca hubo paz, a pesar de los esfuerzos múltiples para tratar de reunirlos. Hubo intentos de la prensa, con entrevistas de corte sentimental, en las que se apelaba a la fanaticada, al legado, a que Dimebag merecía ser reverenciado por sus compañeros sobre el escenario y celebrando su vida a través del regalo que le hizo al mundo. Por otro lado, estuvo también la mano de los productores, los que siempre persiguieron la opción de reunión debido a la impresionante convocatoria que lograrían del mundo metal; y sabemos que ofrecieron millones!, pero nada lograba calmar la rabia de Vinnie Paul, aquella que le permitió sepultar el pasado musical y no depender de él.
Pasaron los años y la idea jamás dejó de rondar el círculo de los ex integrantes. Incluso salpicó a otros músicos. Zakk Wylde dio entrevistas señalando que sería un honor ser quién llevara el legado de Darrell en una posible reunión. Y como él, cada cierto tiempo surgían otros nombres. Con el tiempo, Anselmo fue bajando el tono de sus declaraciones e intentaba tender la mano a Vinnie Paul, pedía una tregua, la que nunca le fue concedida. Y Rex Brown señalaba, este año, que habían recibido ofertas millonarias para volver a tocar bajo el nombre de Pantera, pero que Vinnie no cedía, como si su venganza fuera no permitir que se forraran en millones, él incluido, bajo el nombre de la creación de su hermano.
Los discos de Pantera, la maestría en el escenario, la comunión, lo que vivieron previo a la tragedia, no tenía precio, pero tampoco tenía sentido revivirlo artificialmente. Hay tantos ejemplos de bandas que siguen girando con el nombre original, pero reemplazando a un irremplazable con alguien que firme el contrato para hacerlo, pero ¿eso tiene significado para la historia de Pantera? ¿El fan quiere que la banda de su vida haga una gira sin el tipo que era el alma de la misma? Seamos francos, por más años que pasaron tras la ruptura, y aunque la plena madurez de la edad ya había llegado a cada uno, Vinnie Paul -al igual que su familia- no eran capaces de sacudirse de la devastación que dejó en ellos la injusta muerte de Dimebag, por lo mismo, una reunión era solo abrir heridas personales, que habrían empañado totalmente el objetivo de Anselmo y Brown (y los productores, claro). Vinnie estaba por encima de eso, daba pocas entrevistas al respecto y solo quería seguir adelante, y para eso creaba música y formaba nuevas bandas (algunas bastante interesantes, merece una revisión lo de Hellyeah).
Hoy, cuando la muerte temprana de Vinnie nos ha golpeado, resurge la reflexión sobre si esta negativa constante a revivir Pantera fue errada o no. Sin embargo, la opción del no hacerlo enaltece a Vinnie Paul, por más rencor que hubiera de por medio. Cuando entras a las plataformas visuales y ves los cientos de vídeos que son testigo de la época gloriosa de la banda, uno capta que la mística es algo que no se puede desenterrar, no se puede rearmar, por más que Anselmo y Rex Brown se sintieran capaces de defender el legado en vivo. Pero para volver a cantar los temas que les dieron gloria necesitaban de Vinnie, quien jamás selló la paz.
Estamos en la era de las reuniones, de los aniversarios, de la nostalgia del pasado, pero en el caso de Pantera, su espíritu, la garra de la pantera, se extinguió con la vida de Dimebag, lo que hacía imposible que los sobrevivientes lograran, efectivamente, transmitir lo que prometían. La historia de Pantera se terminó hace varios años y hoy se confirma con la muerte de Vinnie Paul, porque la llama de la misma eran los hermanos Abbott, responsables absolutos de su inconfundible sonido. ¿Cómo volver a la vida esa devastación sonora si uno de ellos no estaba?, ¿La solución era hacerlo de manera forzada y sacrificando al reemplazante?. Digámoslo claramente, los que sobrevivieron a Pantera no tenían contacto por años, y reaccionar solamente ante el dinero parecía una herejía para el fan y una opción descabellada para Vinnie; para él siempre tuvo más valor el sentimiento que cualquier oferta millonaria que propusiera mezclarlos en un escenario. Porque solo se lograría eso…una mezcla, nunca una reunión.
Parece un mal chiste señalar que para revivir a Pantera están los DVDs y los videos en YouTube. Pero es cierto. Ahí está inmortalizado el sello de una música y una época, un aura difícil de plasmar con una rejuntada, porque el espíritu de la banda se lo llevó Darrell y el alma, hoy, se la ha llevado Vinnie Paul y ese es el motivo de la tristeza infinita, el constatar que se han ido el alma y el espíritu de una de las mejores bandas de la historia del metal, las que hoy se han reunido en algún lugar para seguir la fiesta que dejaron inconclusa en 2004. Justo hoy, Pantera es más grande que entonces.
Macarena Polanco