Alectrofobia entra a los terrenos de la consolidación con “Era luz”

Alectrofobia entra a los terrenos de la consolidación con “Era luz”

Independiente, 2020

Mario Breuer, el connotado productor argentino, ha asegurado que “este álbum marca un hito en el rock duro chileno. Yo creo que hay un antes y después de este trabajo”. Así de grande es la confianza que “Era luz” ha desatado en todos los que fueron parte de su proceso creativo, y aunque la pandemia ha sido un obstáculo para el arte y la cultura en general, los Alectrofobia no quisieron demorar la salida de este álbum tan esperado tras las buenas críticas de “Violenta fortuna” (2018). Luego de una década de trayectoria, los de Temuco están en un momento de consolidación.

Este trabajo sigue la tónica de todos sus lanzamientos: un sonido muy propio, a base de mezcla de estilos y una estructura que logra que los temas suenen redondos, con un inicio pegadizo, un buen coro y un remate sólido. A pesar de no haber podido pisar Argentina para trabajar con Breuer, los años de circo y la claridad del sonido que querían lograr no sólo fortalece a “Era luz”, sino que éste resplandece en calidad técnica gracias al equipo consolidado que lo sostiene; a eso, agreguemos la magia de un genio como Greg Calbi, reconocido mundialmente por sus trabajos con John Lennon, Ramones y David Bowie. Bienvenido sea todo ese caudal de experiencia para pulir las canciones con un toque más alternativo, con más instrumentos, con nuevos acordes. Así, el power-trío conformado por Gerardo Elgueta, Rudy San Martín y Alonso Cabello, logra con “Era luz” una escucha efectiva, que va in crescendo porque, además, el orden de las canciones estuvo bien concebido y permite que no te quieras ir del disco.

Como buena banda chilena de rock, y del sur, es heredera de una impronta combativa, y al ser testigos de una época de profundos cambios sociales, se ponen al hombro esa historia y dan cuenta de ella con su propuesta guerrera en “Nunca seas policía”, “Mentir robar prometer” y “Kiltr@”, junto con otras de tono íntimo, como “Dispárame” y “Yo te quería tanto”.

Mucho rock, cuotas de experimentación y hasta algo de electrónica encontramos en “Era luz”, un trabajo que marca la consolidación de Alectrofobia como una banda que, apenas se pueda, debe iniciar su camino internacional, pues está apalancado en productores de absoluto peso y trayectoria que encausaron este sonido hacia algo reconocible por todo el continente. Con más madurez estilística, los oriundos de Temuco viven el momento de ser la consecuencia de la histórica (y frontal) relación entre el rock chileno y el poder, y sumado a la furia sureña, están listos para llevar el grito por toda Latinoamérica.

Macarena Polanco

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