Alta Fidelidad al rock: Un repaso a lo que nos dejó High Fidelity, la película

Alta Fidelidad al rock: Un repaso a lo que nos dejó High Fidelity, la película

“¿Qué apareció antes, la música o la miseria? Se preocupan porque los niños juegan con armas, o ven vídeos violentos por si les domina una especie de cultura de la violencia. Pero les da igual que los niños escuchen miles, y digo miles de canciones sobre sufrimiento, rechazo, pérdida, miseria y dolor. ¿Escuchaba música pop porque estaba deprimido o estaba deprimido por escuchar música pop?”. La frase es elocuente y la dice Rob Gordon (John Cusack) en la cinta High Fidelity (Alta fidelidad) de Stephen Frears y basada en el libro homónimo de Nick Hornby.

La película del año 2000 es protagonizada por un melómano sentimentalmente inmaduro, pero que tiene como punto a favor ser dueño de una tienda de vinilos (el sueño de muchos, me incluyo). La cinta nos muestra a un personaje que ostenta una manera bastante peculiar, por no decir novata e inexperta de afrontar la vida, sobre todo en lo que respecta con el amor. Es en este punto, donde comienza a desarrollarse la trama, ya que su novia Laura personificada por la actriz Iben Hjejle, lo deja. Acá todo comienza a derrumbarse para Rob, pero a través del monólogo interior (rompiendo la cuarta pared), listas y música hace un poco más ameno el pesar por aquella ingrata que se fue.

El meollo del asunto en el cual nos centraremos es en el rock, libros y otras cosas que nos tiene preparada esta grandiosa obra, pues su banda sonora decora la cinta tragicómica con canciones de The Kinks, The Velvet Underground, Bob Dylan y Elvis Costello, por mencionar algunos. Mientras se cuestiona su vida a través de un Lado A o B, se da el tiempo de conversar con ‘The Boss’, no hablamos de algún artista de música de moda, por supuesto que no, hablamos del gran Bruce Springsteen que le dedica unas palabras de aliento junto a su guitarra- en un cameo de antología- al pobre Rob. Acá el video (y subtitulado):

Dentro de la película y la obra literaria, Rob Gordon, que en la novela se llama Rob Flaming, junto a sus secuaces, entre los que destaca Jack Black, arman un sinfín de listas, donde se acentúan las rupturas amorosas, canciones, cantantes, entre otras. Acá alguna de ellas:

Mis Canciones preferidas

  • Only Love Can Break Your Heart – Neil Young
  • Last Night I Dreamt That Somebody Loved Me – The Smiths
  • Call Me – Aretha Franklin
  • I Don’t Want to Talk About It – Rod Stewart

Mis cinco mejores libros de todos los tiempos

  • El gran sueño, de Raymond Chandler.
  • Dragón rojo, de Thomas Harris.
  • Dulce música soul, de Peter Guralnick.
  • La guía del autoestopista galáctico, de Douglas Adams.
  • Alguno de William Gibson o Kurt Vonnegut.

Las cinco mejores películas americanas o mejor dicho de todos los tiempos

  • El padrino (Francis Ford Copolla)
  • El padrino 2 (Francis Ford Copolla)
  • Taxi Driver (Martin Scorsese)
  • Goodfellas (Martin Scorsese)
  • Reservoir Dogs (Quentin Tarantino)

Las cinco mejores canciones de la Cara A de un álbum

  • Janie Jones del homónimo de The Clash
  • Let’s Get It On de Marvin Gaye del larga duración Let’s Get It On
  • Smells Like Teen Spirit de Nirvana del álbum Nevermind
  • White Light / White Heat de la obra del mismo nombre de The VelVet Undergorund
  • Radiation Ruling the Nation de Massive Attack del disco No Protection

Primeros cinco grupos o músicos que habría que matar a tiros cuando llegue la revolución musical 

  • Simple Minds
  • Michael Bolton
  • U2
  • Bryan Adams
  • Genesis

La educación sentimental de Rob es prácticamente un bodrio y para muchos las listas que realizó son lo mismo y para otros, en cambio, significan un compendio casi ideal. Gordon/Flaming un personaje tan irritante como interesante es casi un yonqui por sus enumeraciones y catalogaciones que efectúo en la cinta/novela; no obstante, varios hemos diseñado listas a partir de aquello y hemos hecho una vida con nuestros Lados A y B. El miedo a las rupturas y las desilusiones amorosas lo encarna muy bien Cusack, pero es menester hacer hincapié al epílogo de la película, pues Jack Black le da un envión anímico, dedicándole una enorme interpretación de “Let’s Get It On” a Rob para que sienta el amor por su novia, la cual volvió, pero todos sabemos que lo único que él ama y con gran fuerza y alta fidelidad son los libros, discos y películas. ¡Esas cosas importan! Llámenme superficial, pero es la maldita verdad”.

Banda sonora de High Fidelity:

Patricio Avendaño

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