Ana Tijoux en el Movistar Arena: El temple y corazón de la mejor MC de Chile
Fotos: Camila Luengo
Ana Tijoux se reencontró en grande con su fanaticada chilena en el Movistar Arena. Luego de una gran presentación en marzo pasado en el festival Lollapalooza, en esta oportunidad la cantante pudo cantar y moverse a sus anchas en un show más extenso que presentó los hits y canciones del nuevo álbum, “Vida” (2024).
Con retraso de casi media hora Ana Tijoux pisó el escenario del Movistar Arena a eso de las 20.26 aproximadamente. El público congregado era principalmente familiar, siendo la presencia de niños y jóvenes una tendencia entre los asistentes; quienes se mostraron ansiosos con sus gritos y palmas. Espera que caducó con el generoso despliegue artístico que Ana y sus músicos tenían preparado. Junto a los músicos, el concierto fue acompañado por un cuerpo de baile mixto de al menos doce bailarines, quiénes brindaron coreografías durante algunas canciones del concierto.
Vestida de negro y con gafas oscuras, Ana Tijoux se apoderó del escenario con la interpretación de “Niñx”, “Millonaria” y “Vengo”. Canciones coreadas por el público de manera entusiasta. La cantante buscó constantemente la complicidad de la gente con frases de cariño y agradecimiento.
La banda, conformada por Federico Rocha en teclados y sintetizador, Nicolás Castillo en batería y Raúl Moya en bajo; estuvo a la altura con sus interpretaciones. Compenetrados y al servicio de la protagonista tuvieron una noche llena de flow y buen ritmo. El soul y R&B con el cual coquetea Ana Tijoux en sus canciones tienen un peso mucho más dinámico en vivo con la actuación de músicos que alargan los compases y acentúan con más libertad las melodías en comparación a las versiones de estudio de los temas.
Esto se apreció en el desarrollo de “Óyeme”, “Cora”, “Bailando Sola Aquí” y “A veces”; canciones en las que Ana se vio rejalada y totalmente empoderada en su interpretación. Con “Antipatriarca”, por ejemplo, el show brindó una destacada coreografía de bailarinas y un estimulante solo de sintetizador que hizo bailar a gran parte del público.
“Lo más lindo de la música es sentirse libre y no encasillarse en un solo estilo”, sentenció una agradecida Ana al momento de invitar y agradecer la presencia de Ramiro Durán y Raimundo Santander (Como Asesinar a Felipes), guitarristas que interpretaron en plan acústico la canción “Calaveritas»; balada dedicada al recuerdo de la muerte de seres queridos. Un momento impecable y fuertemente aplaudido.
Ana Tijoux también aprovechó de dedicar su concierto al trabajo y compañía de Miguel Barría, bajista fallecido que fue parte de la banda de la cantante durante años. Se proyectó una imagen de él en la pantalla gigante del escenario. Junto a ello, la cantante agradeció a su amigo y productor, Andrés Celis, con quién ha trabajado durante años.
Sin desaprovechar ningún segundo, Ana Tijoux también se dio el tiempo de agradecer a la Radio Villa Francia por su constante trabajo y línea editorial crítica de denuncia social. Instancia que sirvió de preludio para las canciones “Sacar La Voz”, el aclamado hit “1977” y “Mi Verdad”. Tres canciones que significaron los puntos más altos de la noche. El público siguió sin problemas las rimas e intensidad de Ana.
La breve pausa previa al fin del concierto fue agasajado por parte del público cuando comenzaron a encender las linternas de sus celulares. Una bella imagen interrumpida por Ana Tijoux y su banda al comenzar “Dime Qué”, cuyo coro contagió a un público que a esas alturas se percibía como satisfecho. El fin del concierto estuvo a cargo de “Baile Antifa” (con el mejor juego de luces del concierto, donde el azul, el amarillo y el violeta psicodelizaron el ambiente del Movistar) y “Somos Sur”.
Con Ana Tijoux al centro, su banda y todo el cuerpo de baile se reverenciaron frente al público. Un concierto que salda una deuda. Por fin desde que comenzó su carrera como solista a mediados de 1997 una de las cantantes más reconocidas e influyentes de nuestro país tuvo una cita con sus fans en el Movistar Arena. El público se retiró satisfecho ante una artista que los acogió con respeto. Una artista que brindó lo más granado de su repertorio con colaboraciones acotadas, pero sustantivas. Un concierto de gran actitud, así como toda la carrera de Tijoux, una de las más grandes en la historia de nuestra música.