Anathema en Chile: Cumpliendo frágiles sueños
La demanda por este concierto lo anticipaba. Tras la salida de su bien recibido nuevo disco «The Optimist» solo un par de meses atrás, la banda llegaba en momento propicio incluso llegando a obligar a la productora a cambiar a un recinto con mayor capacidad tras agotarse un Teatro Cariola programado en primera instancia.
Para suerte de todos nosotros, fue el Teatro Coliseo de Nataniel que nos albergó en un inmejorable recinto para ver el regreso de los ingleses, quienes muy orgullosos de su nuevo trabajo, nos presentaron el grueso de las canciones del reciente disco, pero sin olvidar los temas que han cosechado tanto en la última parte de una carrera muy productiva, como de sus venerados discos noventeros. El show brilló por la variedad, momentos cautivantes, el factor atmosférico, las grandes voces y una vibra impresionante de un público que estuvo fiel a los acordes y la energía de la banda, que se encargó también en tener un grato contacto con sus fans que estuvieron ahí cantando y coreando cada una de sus canciones (y sí, hasta las nuevas).
21.05 y la banda aparecía en escena con los Cavanagh al frente, quienes se encargaron de cursar durante todo el show una entrega de constante feeling musical y humano. El arte del misterioso auto con las luces a full encendidas que adorna la portada de su nuevo disco en pantalla nos decía que varias canciones sonarían, aunque el arranque se dejó caer con las ‘Untouchables’, notables registros que abrían su álbum de 2012 «Weather Systems». Danny Cavanagh-hombre que se anduvo robando la película durante todo el show arengando y animando- vestía una camiseta con los colores y estrella de nuestro país y con eso, más su inspirado trabajo en esa guitarra del sonido histórico, se ganó de inmediato a un público que ya empezaba a emocionarse tras las sendas interpretaciones iniciales.
«¿Qué pasa Chile?», decía Vincent en un diálogo constante en español con la audiencia. Todo, mientras la otra gran diva del show Lee Douglas nos electrizaba con su voz y figura. Hay que decirlo: ella es un gran complemento desde hace varios años para el show de Anathema, pues en vivo demuestra quizá aún más su tremenda capacidad vocal, que por cierto, no se queda solo en eso, sus bailes y animosidad en las canciones también fueron parte importante del show.
‘Leaving It Behind’ y sus hipnóticos sonidos electrónicos nos mostraban ya parte del nuevo disco, en una de las notables canciones que contiene. ‘Endless Ways’ y ‘The Optimist’ y sus pianos totalmente melancólicos seguían para volver a disfrutar de la encantadora Lee y su voz. Vincent, por supuesto, no se quedaba atrás, manteniendo en el «en vivo» esa voz que llega a estremecer a ratos. Los eclipses en pantalla, un cumulo de nubes borrascosas, mucha entrega visual de fenómenos climáticos aderezaban todo este concepto, algo surreal a veces, algo mágico y onírico en otros. La belleza artística siempre ha estado en lo de Anathema y sus shows y esta noche no iba a ser diferente la cosa.
‘Lightning Song’ sonó tan bien como esa exquisita performance del DVD Universal y con la dupla Cavanagh/Douglas cantando a dúo fue otro momento bien intenso de la noche, para luego pasar a un momento bien esperado: «¿Una viejita?» preguntaba en español Vincent para dar la pauta a «Deep» del gran «Judgment» (1999), no sin antes desatar las carcajadas del público diciendo cosas como «putamadre» o «puta la huevá» en un español muy chistoso. El momento grandioso además llegó con la interpretación por primera vez en Chile de ‘The Storm Before the Calm’ (acá el baile de Lee se tornó más adorable que nunca).
Tras la vitoreada ‘Closer’ con Vincent en los distorsionadores de voz que sonó espectacular, sobre todo por ese gran clímax con que cuenta el tema, llegaba la primera despedida, para luego volver e interpretar una de las maravillas de su nuevo disco: ‘Springfield’, especial para teatro y audiencias íntimas. Otra gran ovación se llevaron con ‘Natural Disaster’, aclamado tema del disco del mismo nombre (2003), y luego la ejecución de un tambor por parte de Vincent nos ofrecía una poderosa ‘Distant Satellites’.
Llegaba el segundo encore y el regreso para abrochar un concierto para satisfacer a los de vieja escuela, pues tres gemas del «Alternative 4» (1998) aguardaban, no sin antes tocar ‘Flyng’ (gran cosa que la hayan incluido). La verdad es que en esta nueva etapa de Anathema lo que nos podría pesar es que se van desvaneciendo de sus setlists maravillosas canciones de aquellos discos noventeros. ‘Lost Control’ y el power oscuro que posee ese tema llegó para emocionar a los fans de ese gran disco (una pena que no hayan tocado ‘Empty’).
Ya llegando al final otra maravilla como la sutil ‘Destiny’ y la enorme ‘Fragile Dreams’ cerraban un show con la emoción a full, para dar el golpe final a un concierto bien proporcionado, mostrando lo que es ahora Anathema, una banda de grandes melodías, que conserva su atmósfera oscura, pero que le han dado una vuelta a su sonido un poco más pop progresivo en los últimos años. Se fueron con una larga ovación tanto en cancha como en plateas con la gente de pie aplaudiendo. La típica foto para las redes y muy agradecidos de un público muy fiel (con mención especial a su grupo de seguidores locales «Anathema Chile» de quienes recibieron una bandera, para la despedida final).
Por Patricio Avendaño R.
Fotos: Miguel Fuentes/ The Fan Lab y Anathema Chile
Untouchable, Part 1
Untouchable, Part 2
Leaving It Behind
Endless Ways
The Optimist
Thin Air
Dreaming Light
Can’t Let Go
Lightning Song
Deep
Pitiless
Forgotten Hopes
Destiny Is Dead
The Storm Before the Calm
The Beginning and the End
Universal
Closer
Encore:
Springfield
A Natural Disaster
Distant Satellites
Encore 2:
Flying
Lost Control
Destiny
Fragile Dreams