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Angra en Chile: Latinoamérica suena potente
El motivo de la gira correspondía a la celebración de los 20 años del disco “Rebirth” lanzado el 2001 y marcando el inicio de uno de los periodos más distintivos de la agrupación. Periodo en donde además Angra era sostenido por una de sus formaciones más sólidas.
Pero antes de adentrar en la presentación de ellos, es necesario nombrar a los teloneros de la noche, de quienes creo haber recibido una grata sorpresa: los nacionales Ten Richter y SteelRage, agrupaciones que mostraron de buena forma por qué merecían abrir el espectáculo de los oriundos de Sao Paulo. Siendo la primera mencionada una banda más joven, su puesta en escena y apoyo visual mostraron una dedicación y cuidado a los detalles muy importante, en estos tiempos donde a veces la ejecución no es suficiente para captar la atención del público. En la misma línea, los segundos también basaron su presentación en un conjunto congruente de técnica y proyección de imágenes. Destaco el single “Puerta Giratoria” de Ten Richter.
Finalmente, aparece en escena el plato fuerte de la noche: un Angra maduro liderado por Rafael Bittencourt que focaliza sus fuerzas en ejecutar cada canción con energía y pulcritud, sin olvidar interactuar con su público que corea cada una de las canciones. Además de la completa revisión del álbum en celebración, me quedo con las canciones “Nothing to Say” utilizada para abrir el show; “The Rage of the Waters”, la balada “Bleeding Heart” que entregó el momento más íntimo de la noche; y el cierre con “Carry On”. Importante mención al guitarrista Marcelo Barbosa y al vocalista Fabio Lione en su desempeño, pero quien robó todas las miradas fue el baterista Bruno Valverde, quien pudo tocar todas las exigentes canciones de manera fluida por más de dos horas.
Lo que nos deja el concierto como principal aprendizaje es que Latinoamérica no tiene nada que envidiarle al hemisferio norte en torno a calidad musical, exponentes y espectáculos, puesto que las bandas de la zona pueden cubrir cualquier parámetro y demanda teniendo de prueba un público fiel que los sigue y alienta como a cualquier grande del género. Latinoamérica suena potente.
Por Rodolfo Galleguillos