Arctic Monkeys en Chile: Tormenta de emociones

Arctic Monkeys en Chile: Tormenta de emociones

Luego de los ánimos absolutamente encendidos con que había dejado The Hives en un ya muy copado Movistar Arena, la expectación no podía estar más propensa en el aire: era el regreso de los Arctic Monkeys a Chile, un regreso que nos traía una diferencia bastante importante de ese fugaz show en Lollapalooza 2012. Esta vez los monos del ártico llegaban con la gira de un disco nuevo que no ha hecho más que reconfirmar un nivel de madurez y creatividad sonora poco antes visto. Era el “AM”, el disco de las onditas, esas que también sirvieron para adornar su escenografía y del cual hicieron gala con el grueso de sus canciones en su show anoche (ocho en total).

A las 21:30 aproximadamente los gritos para recibir a la banda (y claro, al galán de la noche, el vocalista y guitarrista Alex Turner) fueron de verdad ensordecedores, bastante público femenino, predominante y esencial para animar este show que ya arrancaba con ‘Do I Wanna Know?’, una verdadera bomba emocional para partir la fiesta, una fiesta que tuvo momentos de intensidad y rocanrol a destajos, pero que también tuvo esta otra parte que ya ha venido desarrollando Arctic Monkeys, la de la melancolía, a ratos sombría y escalofríante, a ratos dulce y romántica, pero con un estilo que la banda ha empezado a registrar ya como único.

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Seguía la muestra explicita de «AM» con dos versiones extendidas para ‘Snap Out of It’ y ‘Arabella’, pero la bomba de mil notas por minuto que trajo consigo ‘Brianstorm’ desató el primer «momento de clásico» para remecer un Movistar que ya no tenía prácticamente espacios libres ni en cancha ni en plateas. Alex Turner, muy elegante con chaqueta de vestir como es su usanza ya característica, como empapada de esencia cincuentera se compenetraba pareciera cada vez más con el micrófono y los ritmos a mil por minuto de temas como ‘Don’t Sit Down ‘Cause I’ve Moved Your Chair’, o ‘Library Pictures’ incluso más adelante, que  nos daban cuenta del fiato contundente, con temas que requieren mucha técnica y sobre todo un cálculo matemático y furiosamente veloz de los tiempos. No hubo mayores errores. Los Monkeys pisaban fuerte y defendían con las guitarras y bajo de Jamie Cook y Nick O’Malley  respectivamente, más la soberbia carta de triunfo que tiene esta banda que es el gran Matt Helders en la batería con una performance muy sólida, un grupo de tipos que con los años han logrado cosas impresionantes tanto en vivo como en estudio.

Mientras ‘Teddy Picker’ nos retraía al exitoso Favourite Worst Nightmare (sonó impecable, como si estuviéramos escuchando el disco de estudio) cosas más salidas de libreto y no tan recurrentes aparecieron como ‘My Propeller’ o ‘505’ en lo que fue la especie de break muy ralentizado en la mitad del show, como avisando que la cosa levantaría con temas clásicos que se estaban guardando para el final.

A pesar que las ondas de fondo de la portada del «AM», adornaban el show, no fue tan parafernálica la cosa, la gracia iba en estos cuatro demonios de las instrumentaciones. ‘Mardy Bum’ llegaba después de la primera retirada de la banda, en ese bloque hubo momentos verdaderamente de ensueño, como ‘I Wanna Be Yours’ con una lluvia de luces girando por el techo de La Cúpula dando la sensación de cielo lleno de estrellas, también en ‘Number 1 Party Anthem’ mucho antes la gente no se dejó mucho esperar para sacar sus teléfonos y moverlos al son de tan emotiva canción.

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El final se preveía con ‘RU Mine’, un tema genial que los Monkeys saben cómo ha crecido desde su aparición a la fecha, quizá sea por esa rima casi campesina de las tierras de Sheffield que trae o las incombustibles baterías con que goza, pero la verdad es que disfrutarla en vivo se hizo todo un momento célebre, aunque por otro lado se nos hacía a esas alturas inmensamente triste lo corto de un show que pudo haber durado aunque sea un poquito más. Una hora y 50 minutos marcaba el cronómetro Monkey de la noche.

Cierre de gira notable en Chile aunque algún dejo de cansancio se les pudo notar, una banda que ya se está subiendo al podio de las más queridas por estos lados, quizá junto con Soundgarden, Pearl Jam o Foo Fighters inclusive. Los Monkeys ahora guardarán silencio por un rato, un merecido descanso para recargar pilas y traernos seguramente más alegrías musicales en estudio y por qué no, otro gran concierto como el que vivimos anoche.

Por Patricio Avendaño R.  

Setlist: 

Do I Wanna Know? 
Snap Out of It 
Arabella 
Brianstorm
Don’t Sit Down ‘Cause I’ve Moved Your Chair
Dancing Shoes
Teddy Picker
Crying Lightning
Knee Socks
My Propeller
Fluorescent Adolescent
Why’d You Only Call Me When You’re High?
All My Own Stunts
I Bet You Look Good on the Dancefloor
Library Pictures
Cornerstone
No.1 Party Anthem
505
Encore:
Mardy Bum
One for the Road
I Wanna Be Yours
R U Mine?

Patricio Avendaño

Un comentario en «Arctic Monkeys en Chile: Tormenta de emociones»

  1. Buenisimo!! y llenisimo!!….harta loca gritona pero en fin. The Hives monstruosos, los Monos bien, setilist probado, buena mezcla, buen sonido, lider carismatico, super bien…buen show!!

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