Así fue la historia del debut de Bruce Dickinson en Iron Maiden
En 1981 sucedió algo que dio un drástico giro en una de las bandas más aclamadas del heavy metal y de la historia de la música: Iron Maiden recibía su flamante nuevo vocalista Bruce Dickinson y hoy queremos recapitular los acontecimientos que dieron pie a esta historia.
Y para hablar sobre el ingreso de Dickinson hay que remitirnos automáticamente a la salida de su primer vocalista Paul Di’Anno. Según cuenta la banda y su historia en el interesante documental «The Early Days», la gira exhaustiva estaba empezando a pasar factura sobre él, mientras el ascenso de ganancias y fama iban en aumento Di’Anno se volvió hacia el consumo de drogas y alcohol de una forma muy desenfrenada, como una forma de «aliviar el dolor», de la presión de estar en gira y el anhelo de la casa, por sobre todas las cosas.
«Recuerdo un concierto especial en Alemania y él estaba diciendo cosas como ‘No quiero estar aquí, quiero estar en casa, yo quiero ir a casa’ y era lo único que replicaba» comenta Steve Harris, bajista y líder de la banda. «No podíamos seguir así, nos iba a hundir a todos con él» comenta el hombre histórico de la doncella de hierro.
La verdad es que en el registro documentado Di’Anno es muy honesto y hace sus mea culpas claramente y más aún, no muestra símbolos de arrepentimiento sobre lo hecho, dejando claro que lo mejor para la banda era su salida.
Tras probar al cantante Terry Slesser, la banda decidió descartarlo porque no funcionaba con los distintos matices vocales que exigía el cancionero de Iron Maiden, pues he ahí cuando la fijación por Bruce Dickinson, vocalista de la banda Samson en ese período, entra en juego.
Con algún recelo del mánager Rod Smallwood, quien había tenido problemas con dicha banda, fueron los integrantes quienes instaron a la entrada de Dickinson insistiéndole. Solo bastó que Smallwood viera la mitad de un show de él al frente de Samson para darse cuenta que era el elegido, teniendo una conversación tras backstage ese mismo día para convencerlo, Dickinson le cambió la cara a los británicos, dándole un toque más mainstream si se quiere, pero al mismo tiempo reidentificando su sonido como una banda única en su especie.
Llegó a la banda en septiembre de 1981, pero su debut en vivo no fue hasta el 26 de octubre de ese año en un show en Bologna, Italia, del cual por suerte se guardan algunos registros. Después, en 1982 fue parte importantísima de lo que muchos consideran una de sus grandes obras maestras como «The Number of the Beast». Historia pura. Acá lo recuerda el mismo: