Earache Records, 1995 Si hay que buscar los álbumes que definieron un sonido, una actitud…
Disco Inmortal: At the Drive-In – Relationship of Command (2000)
Grand Royal / Fearless Records / Virgin Records, 2000
Un disco que apareció a principios de década y que bien se podría quedar como el mejor de esta misma. Después de vastos experimentos post-hardcore, más amigado con el punk de la vieja escuela, al fin At the Drive-In daba en los años 2000 con un sonido realmente innovador y devastador al mismo tiempo.
Ya las cabezas de Omar Rodríguez López y Cedric Bixler-Zavala empezaban a disparar ideas en otra dirección y este disco iba a ser el que iba a culminar todo eso en algo explosivo, muy directo y casi al borde de la perfección dentro de su contexto sumamente agresivo. Destaca notablemente el sonido logrado en el disco, dejando de sonar a cosas garagientas como en sus anteriores producciones, aquí ATDI logra un sonido realmente fuerte, pulcro, estridente e incendiario al mismo tiempo, y muy adecuado a la escuela que dejaron cosas como de Rage Against the Machine o la furia del nu-metal como Korn o Deftones, tomaron todo eso y mucho más dando nuevos aires al rock alternativo que ya venía decayendo por esos años en que la bandera del rock era tomada por el nuevo revival lo fi garage de bandas como The Strokes, The Hives, los White Stripes y por otra vereda el nu metal que bvenía en alza, con bandas como Linkin Park, SOAD, Slipknot y más, pero la verdad es que ATDI no necesitó beber de ninguna de esas fuentes para arrimarse a algún carro de la victoria, por el contrario, acá predominó una fuerza imbatible sin síntomas comerciales.
Los infernales fuegos de este disco se abren con ‘Arcarsenal’, una entrada por decirlo menos apabullante, después de las percusiones acompañadas de sicodélicas guitarras entra la voz de Bixler con una potencia nunca antes vista, todo convertido en un hermoso caos y que precede a ‘Pattern Against User’, donde la portentosa voz de Bixler esta vez se mueve en diversos niveles, incluso susurrando en partes, dando cuenta de su gran manejo vocal.
En ‘One Armed Scissor’, el tercer track, tenemos una de las más asesinas composiciones del conjunto y me atrevería a decir que del post-hardcore o lo que sea, es difícil encasillar este track, por su poderosa demencia y agresividad en diferentes tonos mezclado con letales riffs, feedbacks y un insano baterista que pareciera que está tocando la última de su vida. Impactante.
Pero todavía hay mucha energía para entregar, ‘Sleepwalk Capsules’ tiene una entrada y salida brutal, solo una agobiante calma en la mitad de la canción relaja en parte unos nervios que parecieran de acero. En ‘Invader Little Dept.’, un tema con conciencia social que abarca el tema de lo que pasa en Ciudad de Juaréz, México, con las altas tasas de asesinatos, baja un poco las revoluciones. Brillantes pianos, melodías, los rapeos de Bixler-Zavala seguidos de bellos coros pero sin dejar la rabia de lado, que de todas maneras aparece con los viscerales gritos del agraciado vocalista. Al final un quiebre donde entran unos impresionantes riffs culminan uno de los temas más ambiciosos musicalmente del disco.
Los acoples de ‘Manequin Republic’ nos anticipan que algo bueno se viene , una marcha de guitarra del más puro hardcore ochentero, quizá de cosas como los primeros discos de Beastie Boys mezclado con la distorsión de Black Flag quizá. Un bombazo, otra vez. En ‘Enfilade’ una siniestra llamada telefónica vocalizada por el genial invitado Iggy Pop inicia todo y se adentra en incursiones más electrónicas y con serios guiños a ritmos latinos de los cuales Rodríguez López y Bixler-Zavala siempre han estado seducidos, pero no por eso ATDI va a dejar la furia de lado, eso se mantiene intacto de alguna u otra forma en todas las canciones de este soberbio disco.
Para ‘Quarantined’ una estupenda muralla de guitarras— al mejor estilo de Stephen Carpenter de Deftones— plaga el tema desde su comienzo, incluso adquiriendo esa calma de los de Sacramento, California. En muchas pasadas al borde de lo atmosférico inclusive. En ‘Cosmonaut’ tenemos otra patada en el trasero de grandes proporciones, la afilada voz de Bixler poderosamente acompañada con golpes de batería superlativos que parecieran que rompieran esas pobres cajas. Es un golpe casi de knock out para un disco lleno de vitalidad, extremada fuerza y sobretodo, bolas y actitud.
Hacía falta un buen epílogo para todo esto: la desgarradora balada ‘Non Zero Possibility’ llega al final del disco casi aliviando tanta demencia un poco. En la reedición se agregaron dos temas más como ‘Extracurricular’ con un sonido muy garage (como extraído de lo mejor de la escuela del seminal hardcore neoyorquino) y la otra es ‘Catacombs’, que también suena muy sucia y donde nuevamente el vozarrón de Cedric Bixler- Zavala es el que se lleva el mayor logro.
Un álbum completamente furioso e innovador, los encuentros de distintas tendencias musicales es lo que lo hace tan rico, era el momento en que estos genios ya no se conformaban con la simpleza del hardcore, era el puntapié inicial para una evolución que iría incluso más allá con The Mars Volta, pero que aguantó el hecho de tener esas bases arraigadas en el hardcore directo, al hueso y en este caso simplemente brutal. Por lo demas Relationship fue un disco que influyó mucho en las distintas escenas del género que fueron apareciendo desde los 2000 a esta parte y que aún así suena muy fresco y a veces insuperable en su estilo. Por eso y mucho más se ha ganado un sitial de honor en nuestros discos favoritos e inmortales.
Por Patricio Avendaño R.
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