Aurora – «What Happened to The Heart?»: Una interpelación sonora a los tiempos actuales
El cuarto larga duración de la ídola escandinava se consagra como uno de los puntos altos de su carrera
A poco más de 10 años de una creciente trayectoria, Aurora Aksnes ha regresado con un cuarto disco de estudio: una interpelación directa al corazón y a lo que realmente nos está ocurriendo en los tiempos presentes. Posterior a la pandemia y en pleno apogeo de guerras alrededor del globo, Aurora hace un llamado a repensar, según sus propias palabras, la capacidad de amar y amarnos considerando la mayor visibilidad del odio y el distanciamiento por las diferencias. Aunque esto podría caer anticipadamente en otro más de los tantos discursos new age existentes en artistas del estilo, la joven cantautora no ha dejado de promocionar su mensaje de la forma más franca y directa posible, lo que se ha traducido en una promoción y gira que llevará a las y los warriors & weirdos a verla una vez más en suelo nacional. Ha sido una activa voz en redes sociales en denunciar y condenar la masacre ocurrida en Gaza, entre otras situaciones más.
Es en este resumido contexto en el que emerge «What happened to the heart?», disco de 16 canciones con un poco más de una hora de duración, en donde deja dar rienda suelta a todos los recursos y motivos que la han vuelto popular y una referente dentro del pop y el alternativo actual. Existe un mayor trabajo vocal en torno a capas de voces, y también a cierto dejo de experimentación recurriendo a viejas y nuevas influencias. ‘Echo of my Shadow’ inicia el álbum de forma calmada y contemplativa, sin dar mucho preámbulo a la aparición de la dulce voz de Aksnes en varios juegos armónicos. Le prosigue ‘To be alright’, una potente canción relaciona a la tierra con aires fáciles de asociar a la música de estadios. ‘Your Blood’, uno de los primeros singles de adelanto aparece posterior en la fila, canción directa y llena de guiños al rock pop noventero y de principios del 2000, como The Cardigans. Toda una oda al renacer.
‘The conflict of the Mind’ reduce un poco la intensidad de lo escuchado previamente. Una canción sobre la empatía, tratando de reflejarlo también dentro de la paleta de sonidos elegida, la que lleva nuevamente a subir el volumen con ‘Some type of Skin’. Como primer descanso aparece ‘The essence’, canción acústica llevada solo con voz y acompañada de cuerdas, la que tiene una impronta más íntima para ser escuchada a la luz de las velas o una fogata. Para finalizar este primer segmento del disco, suena ‘Earthly Delights’, posiblemente la canción donde más se percibe la influencia de Enya en la música de Aurora, con muchos arreglos y atmósferas llevadas a capella con sonidos de la naturaleza, sintetizados y un ritmo propio del folklore celta. Temazo por donde se le escuche.
Luego viene ‘When The Dark Dresses lightly’, una canción más dinámica y con clara alución a la portada del album: «Supongo que no debí mantener el cuchillo por tanto tiempo en mi corazón» acusa Aurora en quizás la pieza con más cercanía a influencias sonoras como la de Björk en el disco. Volvemos después a los aires folk rock con ‘A Soul with no king’, interpelando nuevamente cómo se refieren a nosotros en estos frenéticos tiempos. Para Aksnes la «Madre Naturaleza» también es una intérprete que participa en la creación de música que considera como sanadora. ‘Dreams’ vuelve al formato balada, donde la calma y lo introspectivo toman la intención de evocar en el oyente su propia auto reflexión, haciendo un nuevo nudo dentro de lo oído previamente. Destacan los arreglos vocales nuevamente, siendo claro que el fuerte de la cantautora es sin duda la versatilidad vocal de la que dispone.
Ya con diez canciones encima podría existir harta información que decantar, pero aún el viaje no termina. ‘My Name’ trae los elementos más rítmicos y techno a la palestra con clara intención de evocar una experiencia más bailable, con algunos ejercicios líricos que recuerdan a figuras de medio oriente. La invitada en esta canción a colaborar es Ane Brun, cantautora noruega con una prolífica carrera a su haber. Prosigue ‘Do you Feel?’ es otra pieza bailable con claros guiños al synth pop de los 80, como el grupo Bronsky Beat. Aurora pareciera no cansarse de hacer música, tenía claras intenciones de entregar mucho material en esta entrega. Aunque varios podrían quedar satisfechos hasta este punto, hay algo más que recorrer aún.
‘Starvation’ comienza a direccionar hacia la recta final del álbum, con un claro énfasis rítmico. Nuevamente el techno aparece con fuerza y leves guiños al dark wave, siendo un corte que quiere evocar un trance similar a las fiestas electrodance populares en la actualidad. ‘The Blade’ quiere retomar al rock pop y las canciones de estadio con fraseos marcados y pegajosos. Esta será posiblemente otra canción memorable en vivo para sus fanáticos, siendo ya el guiño de la victoria y la rabia lograda en este lanzamiento. ‘My body is not mine’ se abre como la penúltima canción la cual vuelve a poner la espiritualidad al medio de la mesa, para reflexionas sobre como nos volcamos nuevamente a encontrarnos. El final de dicha canción trae una atmósfera más explosiva, masiva y catártica, parecida a algunas texturas producidas por grupos como Nine Ich Nails. Para terminar, ‘Invisible wounds’, una pieza que viene a resumir lo que significa este enfático llamado a la interioridad: a construirla en conjunto y considerando las diferencias para alcanzar la armonía. Aurora muestra que nos necesitamos, y cierra enfatizando lo que aquello implica.
Un álbum que sin duda se consagrará como uno de los imprescindibles del año y llevará la carrera de la joven artista a nuevos horizontes, fundamentalmente por la cantidad de texturas e información existentes en él. Para aquellos afines al synth pop y el alternativo es una parada necesaria de hacer, y para desconocedores puede ser una buena puerta de entrada a lo que la está llevando en estas nuevas versiones de fórmulas musicalmente efectivas.