Bad Omens: Abrazando el futuro del metalcore
Una de las bandas que hace un tiempo está haciendo bien las cosas, vislumbra uno de sus mejores momentos para ellos y el refresh de la escena metalcore mundial
Hace algún tiempo, más bien desde hace 5 años hasta la fecha el nombre de Bad Omens todavía no aparecía mucho en los radares de la fanaticada metalera masiva. Y quizá por ahora aun no lo haga tanto tampoco, pero es innegable que los de Richmond, Virginia, de a poco se han ido ganando su propio espacio convenciendo a su gente y a la masa que busca nuevos sonidos, a los exigentes oídos de fans que optan por propuestas que no vienen a clonar desde otras bandas (lo cual les ha traído mas de un dolor de cabeza por sus comparaciones con Bring Me The Horizon o Architects), sino que con el lanzamiento del bien logrado «THE DEATH OF PEACE OF MIND», la banda ha pisado firme en los terrenos de su anhelada propia identidad, lo cual siempre es una valla difícil de superar para toda banda en sus primeros años, más aún en estos tiempos donde las propuestas innovadoras y fórmulas está tan archipisoteadas.
Con influencias claras de los mencionados, aparte de bandas clave como Linkin Park, Slipknot, Deftones por el lado más metal, pero amparados en el sonido synth y pop derechamente de Depeche Mode, The Weeknd o The Neighbourhood, los fichados por el cada vez más relevante sello del metal moderno Sumerian Records, y tras su debut homónimo (2016) y un segundo esfuerzo Finding God Before God Finds Me de 2019, ha sabido avanzar uniendo estos dos mundos y ya en su última placa al parecer concretó la sinapsis precisa y necesaria, por lo que resultó ser un álbum que te puede volar la cabeza plenamente con desgarradores latigazos y vozarrones metalcore, como también engancharte por todo este sonido electrónico y synth pop, que también han empezado a manejar bastante bien con frecuencia.
La raya para la suma es que hayan logrado ser por fin una versión de lo más parecido a ellos mismos, y con una recepción enorme de la comunidad, destacándose y lograr llegar a convertirse en un obligado del metal actual, codiciados por varios festivales y ahora, invitados de lujo en la nueva gira de…adivinen quienes: sí, los propios BMTH en el NEX Gen Tour 2024 que se avecina.
Sónicamente Bad Omens dio en el blanco en este álbum, parece que finalmente encontraron un sonido que se adapta a sus propias inquietudes y estilo de metal. En el pasado, las comparaciones eran inevitables y abundaban en sus «éxitos» anteriores, pero esta vez, Bad Omens parece diferenciarse de sus contemporáneos al introducir un elemento más electrónico en su música, pero no haciéndolo porque sí. La industrialización de cosas como la brutal “ARTIFICIAL SUICIDE” hace que el ya caótico golpe de shock suene 100 veces más intenso. Esto también se aplica a los pocos interludios dispersos, que utilizan sintetizadores pulsantes. También hay un mayor énfasis en las pistas basadas en riffs con estribillos largos. Canciones como “Just Pretend” donde la sutileza e intensidad de A Perfect Circle aparece como fantasma o “Nowhere To Go”, una cabalgata electrificada hacia el moshpit, que contienen momentos vibrantes y contagiosos. Hay un empuje hacia la decisión de utilizar más coros que realmente impulsa este álbum hacia arriba, le otorga el cántico de estadio pero sin dejar de golpearte con sonidos devastadores al mismo tiempo.
Bad Omens también juega con otros géneros como el new wave, pop, emo o apela a más y mejores voces limpias en el álbum, el cantante Noah Sebastian usa un rango de voz más alto, sin dejar de aportar un montón de momentos de emoción y catarsis mientras canta temas como “The Grey» o «IDTW$» y se atreven a entrar al disco de una forma mucho más suave como «CONCRETE JUNGLE», para luego ir por tangentes más pesadas.
Con estos antecedentes lograron explotar a la masa para conquistar los difíciles oídos de algunas viejas generaciones del estilo y por supuesto, han sido abrazados por la nueva comunidad metalcore tiktokera, llegando a meter constantes reproducciones en diversos videos y listados, de público de su generación, e incluso más joven y adolescente. Tras estos buenos dividendos, hay fichas puestas por la banda y un horizonte que nos guía para donde va el metalcore a futuro, totalmente.