BBS Paranoicos y el lanzamiento de «Delusional»: Devoción ganada en la cancha
El lanzamiento de “Delusional”, nuevo disco de los ya legendarios BBS Paranoicos, suponía una fiesta para el hardcore nacional, sin embargo por lo visto la noche del sábado en Blondie, el clásico reducto capitalino, lo de Omar, Oso y sus compañeros ya ha tomado ribetes de ubicación en una vereda mucho más allá a la del estricto hardcore/punk.
Cerca de las nueve de la noche el público de los BBS comenzó a ocupar los espacios de la discotheque que, incluso en eventos de bandas foráneas, no tiene la misma suerte de llenarse, otro punto a favor de los nacionales, quienes durante la semana aparecieron en variadas plataformas publicitando el lanzamiento de «Delusional», sin embargo sabemos que la banda tiene más de veinte años de trayectoria y una fanaticada que va creciendo en número y en generaciones (atención a los conciertos que hará la banda en SCD apto para niños, el próximo es el 13 de octubre en Plaza Egaña).
No es difícil comprobar el porqué del éxito de los BBS, canciones en español con fuertes melodías y una concepción lírica que identifica hasta al más simple de los mortales, lo cual solo tiene una lógica respuesta: devoción.
Durante las dos horas que duró el show de los nacionales, la banda se mostró amena y tocando un repertorio que no olvida un romántico pasado, ese que suena distinto, con calle y contenido (Pedro, su guitarrista, preguntó quién había estado ahí veinte años atrás en un concierto de BBS junto a Fun People, por cierto). De ahí en adelante salieron canciones como ‘Libertad condicionada’ (busquen el cover que hacen los thrashers nacionales de Nuclear), y cosas como ‘Mentira’ o ‘El regreso’.
La tónica aún más melódica de los chilenos se muestra en las canciones en que Omar en su época tomó el control de la voz principal en la banda, tras la salida de “Hormiga”. Las canciones de “Algo no anda” (2001) y “Capital” (2003) tienen mayor recepción del público y el modo karaoke se activa. Acá no es difícil comprobar el porqué del éxito de los BBS, canciones en español con fuertes melodías y una concepción lírica que identifica hasta al más simple de los mortales, lo cual solo tiene una lógica respuesta: devoción.
La misma que muestra su fanaticada cuando suenan canciones de «Antídoto» (2007) -uno de los clímax es ‘La rabia’ sin duda- y de «Cruces» (2014), un disco obsesionado con la muerte y las melodías que hicieron crecer a pasos agigantados la propuesta musical de BBS Paranoicos, una propuesta que se solventó con creces en “Delusional”, ya que escuchamos en directo lo que traen en sus manos para seguir conquistando nichos; ‘Mis demonios’, ‘El sonido se agotó’ o ‘Sanatorio’ fueron algunas muestras de un disco que tendría que solo seguir justificando el presente de una de las bandas más importantes de rock en Chile, ese rock chileno independiente y que funciona lejos de las lógicas actuales del mercado.
Quizá el rock de los BBS llegue a grandes escenarios latinoamericanos, pero seguirá existiendo en su música una pizca de gallardía que solo los años de lucha, batallas ganadas y perdidas le dan a su carrera, eso que no se compra ni con grandes campañas ni discursos aprendidos. ‘La victoria del perdedor’ parece ser una linda constante y mucho más que una buena canción.
Por Nelson Silva A.
Fotos: Jerrol Salas