Benjamín Furman: «La música es un momento para detenerse y contemplar»

Benjamín Furman: «La música es un momento para detenerse y contemplar»

La pandemia fue un momento muy destacado en la música, nos trajo un montón de nuevos trabajos que fueron hechos entre mascarillas y aforo, la emocionalidad, la detención del ritmo de la rutina, propiciaron un excelente momento para la creación, en este sentido, Benjamín Furman, el chileno radicado en New York hace más de una década, gestó este nuevo proyecto musical «Zalmo» Un disco que elementalmente representa las tradiciones y las costumbres de Latinoamérica, es un recorrido secular de lo que significa, sus sonidos, la identidad, la esencia de lo que nos compone, con su musicalidad climática y folclórica, es en definitiva: vivencias.

Tanto el jazz como el folklore tienen raíces culturales profundas para ti ¿cómo logras integrar la cultura y la historia en tu música?

Para mí la cultura, la historia cultural o las tradiciones culturales es una de las cosas más importantes en mi música, esta no es una música necesariamente disruptiva, nueva, sino más que eso, este disco  «Zalmo» muestra un poco mi estética que es como un tributo a la tradición musical sudamericana. En el disco hay muchísima influencia de el folklore sudamericano, chileno, argentino, uruguayo y combinado también con pop rock, jazz, hay mucha influencia también de Charly garcía, Fito Páez, Spinetta como esa camada de músicos también argentinos, Ivan lins, Jorge Drexler, hay mucho de eso ahí, en el sentido de que hay improvisación, hay momentos instrumentales también, pero espero que se sienta, y espero que no se sienta como una combinación forzada, sino algo muy natural que viene de mi historia con la música, yo he estudiado muchas cosas, estudié jazz, folklore, flamenco y bueno, todo eso se va juntando naturalmente en este disco.

La música como reflejo de la identidad cultural, es una exploración sonora que va definiendo nuestra visión colectiva de ritmos o sonidos de los cuales nos apropiamos, en la sustancia más profunda, es una manifestación de nuestra humanidad, es el alma de una sociedad. A través de las armonías melódicas  se expresan valores y fenómenos complejos de definir, ritmos influenciados por factores históricos, geográficos, siendo una verdadera expresión que trasciende la lengua, Furman busca reunir esa resistencia cultural y poder homogeneizar los sonidos en un proyecto que nos enriquece de esos elementos que hacen posible este intercambio.

A propósito de las tradiciones y su importancia, podemos verte como representante de latino en tierras neoyorkinas ¿cómo es la reacción de la audiencia frente a tu exposición cultural? 

En general, aquí en New York  la recepción ha sido muy positiva y muy linda, la gente está muy interesada en músicas del mundo, como se le dice acá, en este caso del cono sur, pero están muy abiertos, eso sí diría que aunque hago bastantes conciertos aquí, no es la misma sensación que hacer giras como las que hago en Chile, Argentina y las que haré en México, en lugares hispanohablantes cuando la gente en el público entiende el español y el lenguaje musical porque conocen esta música, indirectamente porque están en la tradición musical es como otra cosa porque se entiende el mensaje complejo, a veces cuando hago conciertos acá se entiende la música, pero no se entiende necesariamente toda la historia que hay atrás y para mí, la historia que hay detrás de mi música y las tradiciones es lo más importante.

A pesar de que el folklore está muy presente en tu música, el jazz, esta fusión ¿contempla más géneros aledaños? ¿Has probado a experimentar?

En general, no me gusta mucho distinguir los géneros, porque con el tiempo todo se va mezclando inevitablemente, es como la ley de la naturaleza, todo se mezcla y eso es lo lindo de la música, pero yo aquí en New York he estado por diez años, antes de eso estuve estudiando música en Boston en el Berklee College of Music y en mi experiencia con gente de todos lados del mundo, he participado en agrupaciones y discos de Hip Hop, de Pop, música del medio oriente, de jazz, de muchos estilos y todo está directamente en este disco, pero «Zalmo» más que nada, o ante todo, es una música sudamericana en español, y como dije antes, con esas influencias que todos hemos escuchado en nuestra infancia en Chile, Argentina y todo el Cono Sur.

A propósito de esto que me cuentas y toda esta postura, tuve la oportunidad no hace mucho de escuchar el disco y me sentí muy conectada a nuestras raíces, me llamó la atención porque normalmente tú ves este tipo de trabajos en géneros urbanos, pop, pero la propuesta que tú nos entregas me parece innovadora y profunda, lo que me llevó a cuestionar ¿como te gustaría ser recordado?

Es una pregunta que no me han hecho antes y es muy buena, muy interesante. No le he dado muchas vueltas a eso, quizás porque aún soy relativamente joven, pero yo creo que alguien respetuoso de la tradición y también algo que para mí es muy importante, es que la música yo la veo como una forma de lo que yo llamo “retornar a la vida” porque en nuestra vida estamos tanto en el piloto automático, se nos olvida muchas veces y no estamos consciente de las cosas más importantes como la naturaleza, como el amor, y la familia, amistad, en el día a día a uno se le va eso y la música, espero que mi música, sea una forma de retornar una y otra vez a la vida, a esas cosas que son las más bellas, bueno, supongo que si me recuerdan como alguien que hizo eso para los oyentes sería increíble y se da escuchando discos en las plataformas digitales y también escuchando los conciertos en vivo, que para mí son un momento quizás aún más poderoso que el disco, yo veo este trabajo como una invitación a que la gente escuche mi música, y si le resuena lo comparta, yo voy a Chile una vez al año, a veces más, a dar giras y conciertos, aún no hay fecha definida, pero estamos recibiendo invitaciones, agendando cosas y lo vamos a anunciar por las redes sociales, pero el concierto en vivo es una experiencia que yo creo que es muy especial, muy linda para mí y también para el oyente.

Ir a conciertos es una odisea sensorial, una experiencia que despierta el espíritu. La multitud vibra como entidad única, y la emoción colectiva se siente, siendo la música el hilo conductor en este viaje sensorial, ya que la música nos habla directamente, nos reúne con nuestra propia humanidad. Es un espacio de celebración y de vida, donde nos conectamos entre todos y creamos memoria, es ese lenguaje que nos hace parte de algo más trascendental.

Desde la perspectiva de oyente y como  persona que asiste a conciertos regularmente, te puedo decir que un concierto más allá de una escucha, o un artista presentando su trabajo, se trata de un intercambio, de repente está ese factor sorpresa, es fascinante ver cómo la audiencia te va mostrando esos caminos. 

Sí, es muy lindo, hay mucha interacción y de hecho con el disco es otra cosa, es otro animal, porque el es algo que está fijo, está ahí para siempre  y estoy muy orgulloso, por eso invito a quienes están leyendo a que escuchen «Zalmo» y que si le resuena, me lo hagan saber, que entren en contacto conmigo por instagram. Interactuar con la gente, la idea que una vez que esté en chile el 2025 podamos juntarnos, escuchar el concierto en vivo, conversar y compartir un momento lindo.

Más allá de lo que hemos conversado sobre la musicalidad en tu propuesta ¿Qué es lo que significa de manera personal este disco?

«Zalmo» es un tributo a la música que yo amo, la música que yo creo que mucha gente en Chile y Sudamérica también ama, las tradiciones musicales, artistas como mencionaba antes, es un tributo a esa tradición e intenta no ser sólo música chilena o argentina, sino que trasciende las fronteras, eso para mí es una de las esencias y como dije antes, en términos más de poesía, las letras y la intención es  llegar a la gente a un nivel emocional, que se conecten con la vida, con las cosas más importantes y más elevadas de la vida, y de hecho la canción «Zalmo» que abre este disco, es un poco la más seria, pero es una invitación a entrar en un espacio sagrado y después, ir en un viaje que es este disco, tiene muchos paisajes, muchos colores, cosas más serias, cosas más ligeras, pero siempre con el respeto y el amor hacia la música y hacia la vida más real.

Estoy muy interesado en que la gente escuche «Zalmo» no por los números, más que nada para conectar y sentir que el mensaje llega a un receptor, tengo mucha fe en este disco, porque es muy honesto y creo que le puede interesar a la gente. Así que invito a todos humildemente a que lo escuchen y si quieren entrar en contacto conmigo y me cuenten como recibieron este disco,  estoy muy curioso de la recepción y espero que sea un momento muy lindo para la gente.

Nos comenta el artista, que nos da a conocer su arte tradicional, deja abierta la convocatoria para sentir este trabajo como una arista más de su carrera, con admiración y conexión íntima de sus raíces, este álbum lleva encima mucho color e identidad.

Sé que es complicado, pero si tuvieras que definir la música en pocas palabras ¿Cuáles serían?

Te puedo resumir en una sola palabra: Vida. De hecho, es la vida misma, no hay una separación entre las cosas, entre la vida y la música, es la expresión de la vida misma nomás, si es que eso hace algún sentido.

La música para mí es detenerse ¿está de acuerdo con eso?

Es verdad. Y detenerse es una palabra clave, porque en general y no solo en la música, ver algo bello, algo lindo, requiere muchas veces de detenerse, es difícil ver algo lindo si es que estás corriendo muy rápido y la música es de las últimas cosas que nos van quedando en que la gente está dispuesta a detenerse y escuchar, no hacer nada más, es muy especial.

 

 

María Ignacia Cornejo

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