Biffy Clyro: “A Celebration of Endings” (2020)

Biffy Clyro: “A Celebration of Endings” (2020)

14th Floor Records / Warner Bros., 2020

Siempre es refrescante escuchar un disco nuevo de los Biffy Clyro. La banda desde hace una década que no hace malos discos, siempre tiene unas cuatro o cinco canciones sobresalientes de cada uno de ellos, pese a que en los últimos años a algunos nos pena ese carácter de «obra maestra» que lograron con su entrega doble «Opposites» a principios de 2013, su propio yin y yang. Pero la banda sigue en pie firme y llega con este disco en un momento preciso en que hemos entrado en una nueva era de incertidumbre, y que, como lo que precisa el título, es un álbum que como era de esperar, viene imbuido de la sensación de hastío y algo de oscuridad que nos arrastra desde hace varios meses la situación pandémica, en resumidas cuentas, el disco trata de que quieren celebrarlo como un final de una vez ya, y el comienzo de algo nuevo.

Con un coro clama en alto «We Are the Source!” en la semiépica ‘The Champ’ tan grandilocuente como Muse lo lograra en «The Resistance», en tanto tenemos a un saludable Simon Neil, que sigue con su voz y energía intacta, proyectando pasión y melancolía, con sus guitarras puestas en marcha y sus entradas de himno de estadio. «Todo lo que veo es negro / No hay brillo regresando», dice el estribillo de apertura del tema ‘North of No South’, pero cosas como «Me han salvado del lugar más oscuro / he aceptado la necesidad de vivir» encontramos en el track puesto en el lugar final de la placa, y no por coincidencia; ‘Cop Syrup’, por cierto,  uno de los temas más fuzzy del álbum que nos pueden dar latigazos de aquella visceralidad Nirvanesca, pero que se van convirtiendo en un tema lleno de arreglos y paisajes ensoñadores orquestados al final. ‘Tiny Endoor Fireworks’, es la celebración llena de una energía atrapante, contagiosa, un tema que cabalga con las riendas clásicas de la banda.

Una línea de bajo post punky le da la entrada a ‘End Of’ que se pone cada vez más intensa. Las cuatro cuerdas cobran protagonismo en este track y la base de banda de rock instituida desde sus cimientos está con la prestanza de siempre (explosiones grungies, inspiradísimos coros)  todo a la altura de las circunstancias. En otro frente está ‘Instant History’, más nutrido de synths y con un tono Linkin Park en la métrica. Esas guitarras abrazan y caen con peso, el caso de ‘Worst Type of Best Possible’ nos lleva con un entretenido mid tempo de nuevo al hábitat natural del sonido Biffy. ‘The Pink Limit’ avanza rauda con un trabajo en las cajas de Ben Johnston tal vez inspirado por «You Could Be Mine» de Guns N’ Roses y ‘Space’ baja nuevamente las revoluciones al estado de estas canciones de tono meloso, pero que le quedan a la perfección al exquisito don vocal de Neil, tal vez uno de los mejores cantantes de rock europeo del último tiempo y qué ha sabido llevar todo su talento a la enfervorizada pasión, sangre y sudor que pone en cada uno de los shows en vivo de la banda.

Este es un disco sólido. No hay mayor desperdicio y nos muestra que pese a todos los reveses que ha pasado la banda (accidentes de por medio y momentos muy oscuros personales) se mantiene muy consecuente y obedeciendo a su marca ya registrada, en términos de ideas, composición, mirada de estilo, canciones, interpretación y ejecución, hoy Biffy Clyro es una banda que goza de salud mejor que nunca y el hecho que desde Gran Bretaña le lluevan los elogios (puntuando entre 80 y 100 en los primeros reviews de NME y Kerrang y con artículo destacado en The Times)  no es ninguna suerte de favoritismo, se lo han ganado consolidando el nivel de monstruos del rock de estadios con sendos shows históricos en el cuerpo ya en Wembley y en T in the Park; sin embargo, por acá siguen siendo algo resistidos y poco cotizados. Tal vez ya es hora.

Por Patricio Avendaño R. 

Patricio Avendaño

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