Blind Guardian en Chile: El poder mágico de la nostalgia

Los alemanes nuevamente dieron muestra de su clase y épica power metal

Fotos por Camila Luengo 

Habían pasado ocho años desde la última visita de los bardos. Exactamente desde el 2015 en el Teatro Cariola y finalmente se puso fin a la espera de la comunidad que estaba esperando con ansias el reencuentro con una de las bandas más grandes del power metal. Los originarios de Alemania actualmente se encuentran girando su último trabajo, el exitoso The God Machine (2022). Junto a eso se suma Johan van Stratum, el nuevo bajista oficial de la banda.

Los invitados nacionales, Enigma se encargaron de encender el fuego. Con más de 30 años de trayectoria, el conjunto liderado por el periodista Álvaro Paci concedió un opening show entusiasta y de mucha energía. Lamentable que el sonido haya estado saturado de principio a fin.

A las 21:00 horas en punto, de forma majestuosa, “Imaginations From the Other Side” da inicio a lo que sería una jornada épica e inolvidable. Le siguió “Blood Of The Elves” del álbum que los trae de gira. La clásica “Nightfall” para mantener la emoción que solo iba en incremento a esta altura. De las veloces “The Script for My Requiem” y “Deliver Us From Evil” a la melódica “Skals And Shadows” en la que André Olbrich y Marcus Siepen sacan sus guitarras acústicas por primera vez durante la noche y llevan a la audiencia brevemente hacia el medioevo.

“Time Stands Still (At The Iron Hill)”, “Secrets of the American Gods” le abre paso a la célebre “The Bard’s Song – In The Forest” que se encargó de entregar un momento sumamente mágico, y es que escuchar al público cantar a todo pulmón es un evento capaz de emocionar a cualquiera.

Pero vuelve la euforia con “Majesty” y todo su speed metal. “Traveler In Time”, “Sacred Worlds” y “Lord of the Rings”. A lo largo de la cita se vio a un Hansi Kürsch interactivo y en un par de ocasiones no dudó en mencionar que Chile era la mejor audiencia para la que habían tocado. El cabecilla se dio el tiempo durante la noche para introducir cada pieza y cuando ya estaba por ser finalizado el show, sorprendió con un “by request” que bajo las palabras de “se lo merecen”, los bardos regalaron a sus fanáticos “Run for the Night”, clásico que no veía la luz en vivo desde el 2003, junto con “Valhalla” y “Mirror Mirror”, tres temas de gran importancia para cerrar la jornada en el Caupolicán y que mantuvo un poder formidable de principio a fin.

Blind Guardian como banda posee riffs veloces y afilados, un bajo que da cimiento, voz poderosa, teclados magistrales, batería de gran rapidez y su característico doble bombo junto a líricas inspiradas en grandes clásicos de la literatura, y escucharlos es para la mayoría de sus seguidores volver a la adolescencia. Esta vez en Chile, verlos en vivo después de casi una década – algunos por primera vez- se transformó en un ejercicio de nostalgia y de revivir emociones pasadas que algún día trajeron refugio.