Cancionero Rock: «All Mine» – Portishead (1997)

Cancionero Rock: «All Mine» – Portishead (1997)

La obsesión, el voyerismo y el psicoticismo siempre han existido en las canciones. Y a veces en las menos pensadas. Beth Gibbons, con esta canción, que tiene estos elegantes tintes jazz cincuenteros y un tempo perfecto, habla del amor, sí, pero de ese amor envolvente, pegadizo y tan obsesivo que se pasa «al lado oscuro», al hecho de sentir tanto por una persona que quieres volverla completamente tuya.

La canción arranca llena de frases bonitas de amor («Todas las estrellas pueden brillar/Todas las nubes pueden ser blancas/Pero cuando sonríes/Ohh como me siento tan bien»).

All the stars may shine bright
All the clouds may be white
But when you smile
Ohh how I feel so good

Pero conforme al avance se va transformando, volcando toda esa pasión y frases poéticas hermosasy sin dejar la poesíaen algo oscuro y perturbador. Pero es increíblemente romántica todavía y su melodía una delicia, y cuando se torna oscura, más intensa se muestra.

No habla abiertamente de un psicópata, pero si puede ser sobre la obsesión inicial que tienes en nuevas relaciones. («No vas a escapar/Amordazado y atado/No hay donde esconderse/Todo mío…/Tienes que ser/No te resistas/Nosotros existiremos/Hasta el día que muera/Hasta el día que muera/Todo mío/Tienes que ser»).

You shan’t escape
Tethered and tied
There’s nowhere to hide from me
All mine…
You have to be
Don’t resist
We shall exist
Until the day I die
Until the day I die
All mine…
You have to be

Está expuesta de forma inocente, lo cual es lo más honesto y que más llama la atención, por ejemplo, ¿qué pasa con los sentimientos abrumadores que tenemos cuando empiezas a salir con alguien del que te enganchas demasiado y quieres llamarlo(a) todos los días y todo el tiempo? Siempre quieres estar cerca de ellos y quieres estar con ellos para siempre. Pasa de manera espontánea, pero en ese momento, sin quererlo, compartes las características de un psicópata, y cuando el asunto no es correspondido (generalmente es así) la cosa se torna más desquiciada y oscura y te somete pasionalmente a algo absolutamente fuera de sí. 

Portishead es una banda tan sublime como oscura y esa idea escrita por Beth Gibbons para el segundo disco (el homónimo de 1997), puesta con esa maravillosa música, suena totalmente inquietante, pero muy reveladora al mismo tiempo:


Por Patricio Avendaño R.

Patricio Avendaño

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