Cancionero Rock: «Annalisa» – Public Image Ltd. (1978)
Luego de darse cuenta de que continuar con los Sex Pistols era insostenible, que ninguno de los otros miembros se podía llevar con nadie, que había mucha codicia, envidia, que incluso el mismo manager hacia lo posible por disolverlos y quedarse con todas las regalías —pero sobre todo entendiendo que el objetivo de la banda ya estaba cumplido—, Rotten decide finalizar la banda en 1978 y comenzar un proyecto alternativo, diferente, con nuevos estímulos, mayor profundidad y dinámica en las canciones.
«Annalisa» es una canción del primer álbum de la segunda banda de Johnny Rotten después de los Sex Pistols, Public Image Ltd (Pil), donde la ira sigue manifiesta y se encuentra en los gritos agudos de Rotten, en la discordancia, en el sonido fuerte y a veces molesto de canciones demasiado fragmentadas, sin una estructura en concreto, con saltos hacia atrás y hacia adelante de la percusión, entradas fulminantes de las guitarras y un bajo demasiado vibrante y con mucha presencia, el cual se convertiría en un sello fundamental en la banda.
Si bien Rotten quería lograr que su música no siguiera siendo encasillada únicamente en el limitado pero contundente catálogo de los Pistols, la realidad es que el cuarto tema del álbum Public Image, Annalisa, mantiene en gran parte el sello de aquella banda que promoviera una revolución artística, estética y musical en la Inglaterra de los 70. En Annalisa se escucha ese sonido sucio de Los Pistols, la progresión rítmica bien marcada y constante durante toda la canción. El riff de la guitarra se mantiene también de forma continua, sin mayores alteraciones, y la canción trata de generar un estado de trance hipnótico a partir de la repetición. Como ‘Pretty Vacant’ y ‘God Save the Queen’, esta canción incita a moverse, a saltar, a romper cualquier cosa que se tenga en frente. Desde la primera línea Rotten no canta sino vocifera y grita sus líneas, esta vez no en contra del sistema político ni de la monarquía, sino en contra de la religión y de los demonios que crea en la sociedad.
Lo más interesante de la canción, a parte de ese ritmo narcótico (que tal vez de manera consciente o inconsciente influenciaría a Nirvana para la composición de una canción como Radio Friendly Unit Shifter), es la historia que hay detrás. Trata sobre lo que le sucedió a una mujer llamada Anneliese Michel, quien murió en 1975 porque sus padres permitieron que la iglesia le practicara un exorcismo católico. Los padres, confundidos por los ataques de epilepsia que sufría, y ante una serie de desórdenes mentales que la llevaron incluso a intentar el suicidio, decidieron pedir la ayuda de la iglesia pensando que todos sus males se debían a una posesión demoníaca.
– “Quita tus manos de mí, eres peor que la cosa que me posee”– canta Rotten en uno de los versos de la canción.
Lo más extraño del caso es que la iglesia accedió, después de muchos trámites, debates y tiempos de espera, aun cuando el rito del exorcismo había sido ya abolido desde hacía más de 400 años, de tal manera que dos sacerdotes fueron puestos en la tarea de practicar continuamente ritos con la joven basados en rezos, oraciones en lenguas para exhortar al demonio a abandonar el cuerpo de Anneliese, además de una serie de atropellos como encerrarla sin comida durante prolongados periodos de tiempo, situación que finalmente la llevaría a la muerte.
– “Annalisa no tenía escape, moría de hambre en un cuarto de espera. La preocupación barata y los rosarios no resolvían las necesidades de gritar”
En su libro autobiográfico, Rotten va más allá de los ataques de epilepsia para explicar el comportamiento de los padres de Anneliese y de la iglesia: “Probablemente el problema de esa chica era que, simplemente, había entrado en la adolescencia e intentaba lidiar con lo que les pasaba a todos los adolescentes: su sentido de individualidad, su sexualidad, su rebeldía. Sus padres, manifiestamente católicos, intentaron corregirlo y tras castigarla de innumerables formas, la dejaron morir de hambre para que purgase sus demonios”.
La canción, en suma, narra una historia terrible. Los gritos de Rotten, el sentido de trance en la música apoyan mucho a recrear las imágenes fatídicas. También permite comprender la nueva forma de escribir canciones que buscaba el cantante de los Sex Pistols con su nueva banda: mientras que Joe Strummer de The Clash seguía quejándose de manera abstracta y poca práctica del capitalismo y de la desigualdad social, él quería hablar sobre las experiencias humanas, el dolor, la miseria, las sensaciones más básicas que experimentamos todos algunas veces y que también son las más profundas y significativas. De esta manera comenzaba una nueva etapa en el Punk, aquello que Rotten definiera como una gravitación progresiva hacia lo evidente, es decir, hacia aquel conjunto de configuraciones, símbolos, rituales y costumbres que definen los moldes de la humanidad. EL Punk, por tanto, no solo comprende y descubre esos moldes (en una tarea casi de minería y exploración) sino que los rompe, los destroza. Y en lugar de crear nuevos moldes deja los espacios en blanco para la interpretación, el asombro y el desconcierto.
– “Annalisa tenía 15 años, robaron su alma pero no escuché las lágrimas. Alguna vez has estado solo y escuchado la voz, no tu voz. He visto esos miedos”…
Por Alberto Aldana