Cancionero Rock: “Children of the Sea” – Black Sabbath (1980)
Cerrando los 70’s, el nombre de Black Sabbath se devaluó por completo, debido a la figura descarriada y llena de excesos de Ozzy Osbourne; junto con su paupérrimo último trabajo, Never Say Die! (1978), dejando a los de Birmingham en la cuerda floja. Optaron por lo más saludable: la expulsión del vocalista. Y para reemplazarlo llamaron al hombre tras el micrófono en Rainbow, Ronnie James Dio. Se trató de un salto al vacío donde ya no tenían nada que perder, y todo por ganar. Comenzando una nueva década, publicaron Heaven and Hell; que les significó un segundo aire lleno de vitalidad.
La segunda pista del disco, Children of the Sea, fue uno de tantos éxitos de la etapa de Dio. Pero este tiene algo especial, puesto que se trató de la primera canción que escribieron juntos. Para aquel punto el principal letrista, Geezer Butler, estaba agotado de llevar a cabo la labor y le confirió esa misión al recién llegado. Y allí nos habla sobre los Hijos del Mar; muy en la línea de tinte épico y con una lírica deliciosa, que tanto le acomodaba, tras una delicada apertura de guitarra de Tony Iommi.
“En la neblina de la mañana, en la orilla del tiempo, hemos perdido el sol naciente; una señal final. Mientras la neblina de la mañana pasa y se extingue; alcanzamos las estrellas, cegamos el cielo”. Despacha con completa soltura la primera estrofa; para luego cambiar el ritmo, a uno más primigenio que es marca registrada de Black Sabbath.
La versión en estudio no prosperó como se esperaría, como sí lo hicieron otros temas. Lo que la salvó, encumbrando en lo más alto a Children of the Sea, fue su versión en vivo; sacada de la placa Live Evil (1982), que le hizo ganar una considerable potencia de sonido. Se trata del primer legado de esta era de la banda, el resto se cuenta por sí solo.