Cancionero Rock: «December» – Collective Soul (1995)

Es verdad que los meses del año han inspirado a nombres de temas y discos. Hay varios notables por contar: ‘Month of May» de Arcade Fire, donde se habla que la gente se vuelve loca al llegar el mes de mayo, la muy groovie ‘September’ de Earth Wind & Fire o ‘October Rust’, ese oscurísimo y otoñal álbum de Type O Negative. Pero el mes de diciembre se lo tiene bien ganado Collective Soul, con un tema de melancolía pura que habla de los finales de ciclo, o «algo que llega su fin». Todo sucedía tras el éxito abrumador de «Shine» de su disco de 1994, canción con que la banda ha tenido que lidiar buena parte de su carrera.

Ed Rolands, líder de la banda de rock alternativo explicó en una entrevista de Songfacts: «Estábamos pasando por un momento difícil con nuestro primer manager, y sentí que en ese momento, muchas cosas sucedieron muy rápido. Debes recordar, teníamos una canción exitosa antes. Teníamos un sello discográfico o incluso una verdadera banda. Entonces, esa relación comenzó a deteriorarse. Y mientras estábamos en el estudio, fue bastante natural. Solo quería hablar sobre cómo sentía que me estaban usando y lo que hice no fue lo suficientemente bueno para siempre».

Después de que se lanzó el álbum, la banda se metió en un lío legal con Richardson que congeló sus ganancias y tardó más de un año en resolverse. La canción se llama «December» porque es el último mes del año. Ed Roland quería describir la sensación de un final, pero quería algo más poético y abstracto que «The End» y la letra suelta algo de rabia y despecho. Al principio, la canción no tenía título. Roland le dijo a Songfacts: «Esa es la única canción que no le gustó a la banda. Cuando se la presenté, la odiaron, para ser honesto contigo. Los convencí, la grabamos y querían el título allí. en algún lugar, así que se me ocurrió el puente, solo para poner ‘December’ allí. Pero fue básicamente una ruptura de relación».

No llegó en momento adecuado para «celebrar» la coincidencia del mes, eso sí. El álbum se lanzó en marzo de 1995 y la canción alcanzó su punto máximo en septiembre. En diciembre, ya había salido de alta rotación, pero los años le han logrado dar el valor que corresponde, una canción con mucha melancolía, buenos riffs, excelente trabajo en la batería y grandes pasajes y coros.