Cancionero Rock: «Echoes» – Pink Floyd (1971)
Ha inspirado a grandes como Jacques Cousteau en sus asombrosos viajes submarinos y su sonido y música se han replicado en bandas sonoras de clásicos del cine como «Phantom Of The Opera». «Echoes» es aquella magna obra épica de 23 minutos de Pink Floyd y una de sus composiciones más complejas, donde no encontramos solamente inspirados momentos construidos en base a experimentaciones sónicas de todo tipo, sino también un concepto filosófico—de esos a los que nos acostumbró desde muy joven Roger Waters—para terminar de moldearla como una verdadera obra maestra del rock progresivo y experimental de la esencial banda de Londres.
Justamente fue Waters quien en una entrevista con Rolling Stone contó del tema que en un inicio iba a llevar el nombre de «Return of the Sun of Nothing» (bajo ese nombre la presentaban como pieza musical en fiestas previo al disco) y sobre qué era lo que estaba tratando de describir en la canción: «El potencial que tienen los seres humanos para reconocer la humanidad de cada uno y responder a ella, con empatía en lugar de antipatía».
En 1971 Pink Floyd ya se había «deshecho» del genio loco Syd Barrett, quien fue amo y señor en la primera parte de la banda, aportando música y letras, por lo que en este período, y ya sumando a David Gilmour a sus filas, la banda quería crear cosas nuevas para plasmar en su nuevo álbum «Meddle», demostrar que también podían hacer cosas muy propias y creativas, y llevarlas a un grado de magnificencia. La banda tuvo la idea de esto cuando Rick Wright tocó una sola y simple nota en su teclado, y Roger Waters ingenió grabarla en un micrófono conectado a un altavoz Leslie, lo que creó ese efecto de eco «ping» gigantesco que nos da como una señal de alerta de que algo grande se viene.
«Echoes» ha dejado rastros a través de la historia. El tema principal de la película «Phantom of The Opera» se ha convertido en un clásico de la musicalización de terror en el cine, sin embargo, con detalles más y menos, es prácticamente un plagio a «Echoes». Roger Waters dio cuenta de aquello: «El comienzo de ese tema de esa sangrienta película de fantasmas es de ‘Echoes'», dijo a la revista Q. «Es la misma firma de tiempo, es 12/8, y es la misma estructura y son las mismas notas y es igual en todo».
Son hermosos ruidos
Por su parte Wright le reveló a Mojo que la sección de viento después de la introducción de la canción era Roger Waters haciendo slide en su bajo. También ese sonido de gaviotas de David Gilmour fue un «error no forzado». Explicó sobre esto último: «Uno de los roadies había conectado su pedal wah wah en la parte posterior, lo que creó esta enorme pared de feedbacks. Jugó un poco con eso y creó este hermoso sonido» . Cosas fortuitas y legendarias que surgieron para el tema que también ha servido de banda sonora de las expediciones submarinas al caribe del explorador e investigador del mar y sus especies Jacques-Yves Cousteau.
El 24 de agosto de 79 d. C., el volcán Vesubio hizo erupción y destruyó la ciudad de Pompeya. Aproximadamente 1.900 años después, Pink Floyd tocó las partes I y II de «Echoes» (inicio y final del film) en el antiguo anfiteatro de la ciudad, y ese registro sigue siendo uno de los más preciados e icónicos de la banda:
Por Patricio Avendaño R.